De los libros de caballerías a las nuevas tecnologías [Hoppes nº 9]

(Artículo de César Ponce para el webzine especializado en delincuencia Hoppes nº 9.) La irrupción de las nuevas tecnologías ofrece mayores posibilidades a los delincuentes más jóvenes. Novedosos delitos comienzan a ser investigados y tratados dentro de una labor de concienciación desconocida Sebastián de Covarrubias definió a los libros de caballerías (1611) como “ficciones gustosas y artificiosas de mucho entretenimiento y poco provecho”, mostrando el sentir ambivalente que se tenía del género. Unos siglos más tarde, Juan Antonio Ruiz San Román (profesor de Sociología en la Universidad Complutense además de especialista en opinión pública y cultura de masas) realiza un osado paralelismo para opinar sobre la realidad de las nuevas tecnologías: “Me preocupa su carácter adictivo. Cervantes ya escribió el Quijote mofándose de la adicción a los libros de caballerías”. Alonso Quijano en su juventud leía hazañas de caballeros andantes. Los jóvenes de hoy en día navegan por Internet, mandan fotos por el móvil o juegan a la videoconsola. No por estos hábitos van a acabar perdiendo el juicio como el caballero de la Mancha, pero los riesgos existen y precisan de proyectos de prevención modernizados. “Las nuevas tecnologías facilitan la vida de los jóvenes pero también el delito se sirve de ellas”. Así lo afirma Carmen Defez Cerezo en su estudio, donde avisa de las “graves repercusiones del uso incorrecto de algunos dispositivos para el desarrollo psicológico y...

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