1. Internet y el cuidado de los hijos.
¿Qué podemos hacer si nuestro/a hijo/a de ocho
años sabe más que nosotros sobre el ciberespacio? ¿Cómo
guiamos a nuestros hijos con seguridad por este nuevo mundo? ¿Cómo
ponemos las normas si ni siquiera entendemos los riesgos? Los
cierres a prueba de niños, los cinturones de seguridad
y los cascos que usamos para mantenerlos a salvo en la vida diaria
no van a protegerlos en el ciberespacio. Ahí necesitamos
nuevos y diversos artilugios y consejos de seguridad.
¡Bienvenidos al nuevo mundo de la paternidad online
! Este es tu nuevo reto. Pero no hace falta perder los nervios...
no es tan duro como piensas y en serio que merece el esfuerzo.
Ser padres nunca es fácil y las reglas básicas
cambian constantemente. Pasamos de ejercer el papel de confidentes,
a co-conspiradores, a jefes de policía, a maestros, a
compañeros de juegos y vuelta... todo en el mismo día. ¡Apenas
tenemos un respiro!
Las cosas que hacemos para mantener a nuestros hijos a salvo
también cambian constantemente. Cuando gatean, aprendemos
a retirar las cosas del suelo. Después, se van poniendo
en pie; y entonces tenemos que mantenerlos a resguardo de los
nuevos peligros a la altura de sus ojos. Hay que quitar las ruedecitas
auxiliares de la bicicleta, y tenemos que quedarnos mirando mientras
se alejan pedaleando (generalmente para darse con el árbol
más cercano). Nos preocupamos por la cantidad de azúcar
que toman, nos aseguramos de que tomen vitaminas, y evitamos
que se metan cosas pequeñas en la boca.
Es nuestra labor como padres. Así que repetimos las contrastadas
advertencias que se pasan de generación a generación... "No
hables con desconocidos", "Ven a casa derecho/a a la salida del
colegio", "No te metas en peleas", "No le des a nadie datos personales
tuyos" y "Debemos conocer quiénes son tus amigos". Esto
es terreno conocido, después de todo. Conocemos los peligros
que nuestros hijos afrontan en la calle, en el centro comercial
o en el patio del colegio, porque nosotros también nos
tuvimos que enfrentar a ellos.
Como en cualquier otra gran comunidad, también en el
ciberespacio existen peligros que se van a encontrar nuestros
hijos. Pero, como ellos saben más que nosotros acerca
del ciberespacio, nos preocupa el saber cómo podemos enseñarles
a evitarlos. Tranquilos... esos peligros se pueden manejar empleando
las mismas viejas advertencias que siempre hemos usado. Tan sólo
hay que traducirlos a términos del ciberespacio...