Coincidiendo casi en el tiempo con el caso de Amanda Todd, acaba de presentarse un estudio en la conferencia anual de la American Academy of Pediatrics que analiza 41 casos de menores de 13 a 18 años de EE.UU., Canadá, Reino Unido y Australia que cometieron suicidio tras sufrir ciberbullying. El estudio indica que la mayoría de estos adolescentes habían sufrido bullying tanto dentro como fuera de la Red.

Un 24% de los adolescentes eran víctimas de bullying homofóbico, declarándose la mitad de ellos abiertamente homosexual y la otra mitad como heterosexual o sin preferencia sexual definida.

También han detectado un aumento del número de suicidios de este tipo en los últimos años (2011 y 2012).

Al 32% le habían detectado trastorno del estado de ánimo y a un 15% adicional se le había detectado en concreto depresión.

El estudio concluye que aunque el ciberbullying está presente en muchos de estos casos, casi siempre existen otros factores como el bullying cara-a-cara o enfermedad mental.

Fuente: Science 2.0