Según el último estudio de la empresa de analisis de datos Krux Digital, el rastreo de nuestro comportamiento como usuarios a la hora de navegar por Internet ha aumentado en los dos últimos años un 400% en los principales sitios web. Este informe presenta un retrato del nuevo entorno de recolección de datos que se ha ido gestando en los últimos años.

Una visita a un sitio popular como Amazon, Facebook o Google desencadena hasta 56 instancias de recolección de datos, mientras que según el estudio previo de Krux de 2010, una visita solo despertaba la curiosidad de 10 fisgones. Este aumento tan significativo ocurre al menos en los 50 webs más visitados de Estados Unidos según comScore.

Al parecer, el aumento de tanto espionaje se debe a que se ha creado un mercado donde estos datos se venden al al mejor postor en tiempo real, para que ellos puedan presentar a esos usuarios publicidad personalizada con precisión y de forma inmediata; la semana pasada Facebook confirmó que empezaría a usar esta técnica para sus anunciantes. Este tipo de comercio de datos constituye el 18% de todo el mercado de anuncios online: se ha pasado de crear campañas para unos 1.000 espectadores, a personalizar campañas individuo a individuo.

El nuevo proceso de personalización publicitaria en tiempo real

  1. El usuario o usuaria visita un sitio web.
  2. En base al tipo de página que solicita y lo que se conoce de antemano sobre el usuario, esa visita se subasta.
  3. Un broker que trabaja para una empresa de publicidad compra un grupo de visitas (a una media de 1$ por cada 1.000 visitas).
  4. Si el usuario ha navegado por páginas relacionadas con un viaje a Canarias (p.ej.), comenzará a recibir publicidad relacionada con hoteles, agencias de viajes y actividades que se pueden realizar en estas islas.

Al usuario final no solo le afecta en su privacidad, sino que también el rendimiento de la navegación se ve perjudicado ya que cuantos más sistemas de espionaje se activen, más tarda la información que queríamos ver en aparecer en nuestras pantallas.

Un 78% de los recolectores de datos también hacían las veces de acomodadores; es decir, que invitaban a otros recolectores a espiar también el comportamiento, con un aumento del 34% con respecto al año anterior. Una vez que un recolector de datos tiene acceso a la información/comportamiento de un usuario, proporcionar ese acceso y datos a otra empresa es tecnológicamente trivial.

Fuentes: Wall Street Journal, Ars Technica y Krux Digital.

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