Internet ha transformado la pornografía, haciéndola mucho más accesible y facilitando la forma de compartirla. Han desaparecido barreras tradicionales de acceso como era la edad, el coste, la existencia de oferta accesible o la necesidad de exponer la identidad.

Los adolescentes están expuestos a una desbordante oferta de fotos y videos sexualmente explícitos que ha invadido su vida cotidiana.

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Los jóvenes y la pornografía informe consumo adolescentes

Tres cuartas partes (73 %) de los adolescentes han visto pornografía online a la edad de 17 años, con la edad promedio de la primera exposición a los 12 años, según el informe de Common Sense Media, Teens and Pornography realizado en septiembre de 2022 y presentado el 10 de enero de 2023. Los adolescentes acceden al porno a través de sus smartphones, tablets, ordenadores y dispositivos escolares. En ellos buscan pornografía en redes sociales, webs X y sitios de transmisión.

El informe en el que han participado más de 1.300 adolescentes de 13 a 17 años en los Estados Unidos, subraya la omnipresencia de la pornografía, con el 41 % de los adolescentes diciendo que habían visto imágenes de desnudos o actos sexuales en Internet durante el día escolar. Gran parte de la exposición fue por accidente, con el 58 % diciendo que no buscaron los videos y fotos sexualmente explícitos, sino que los encontraron mientras navegaban por la web, en las redes sociales o a través de motores de búsqueda o al hacer clic en anuncios.

Menores de edad y webs para adultos

Ese dato hace que Common Sense llegue a la conclusión de que la exposición accidental pueda ser una experiencia relativamente común para adolescentes, lo que trae de nuevo la discusión de cómo impedir efectivamente el ingreso de menores de edad a sitios para adultos.

¿Tu hijo ve porno?

Sin salir de Estados Unidos, en Louisiana, a finales de 2022 se ha aprobado una nueva ley que hace que todos los sitios de pornografía deban corroborar por completo que su audiencia sea mayor de edad. Para ello, sites como Pornhub han comenzado a solicitar verificaciones con ayuda de la billetera digital de Louisiana, LA Wallet app, que incluye la licencia digital de sus dueños, noticia de Techcrunch. Se trata de una medida discutida por el nivel de supervigilancia a la que se ven afectados sus ciudadanos, ya que el gobierno local podría tener registro de cuando los usuarios visitan sitios como Pornhub.

Sexo saludable vs Porno nocivo

Siguiendo con el informe, el otro gran problema es lo que los adolescentes entienden y aprenden de la pornografía.

Muchos adolescentes (45 %) consideran que la pornografía online brinda información útil sobre el sexo, mientras que un porcentaje menor (27 %) cree que la pornografía online representa el sexo como es en realidad.

Adolescentes dicen haber aprendido lo siguiente de la pornografía online.

Las respuestas con más repeticiones a la pregunta de “qué es lo que los adolescentes aprenden al ver pornografía” fueron: «cómo tener sexo», «sobre cuerpos humanos y anatomía», «qué tipo de personas encuentro atractivas» y «qué conductas sexuales estaría interesado en probar».

Pornografía y Violencia

Uno de los datos más preocupantes es que más de la mitad de los adolescentes (52 %) han visto pornografía violenta, incluida la pornografía que muestra lo que parece ser una violación, asfixia o a alguien sufriendo.

Las respuestas de los adolescentes sugieren que la pornografía que han consumido también puede haber distorsionado sus percepciones sobre la prevalencia de comportamientos sexuales que pueden ser dañinos.

En este punto Common Sense encontró una relación entre la frecuencia de consumo de pornografía y la tasa de exposición a la violencia en pornografía.

“Entre los adolescentes que dijeron que deliberadamente consumió pornografía tres o más días en los últimos siete días, el 80 % dijo que alguna vez había visto pornografía que representaba una violación, asfixia o dolor”. Esto contrasta con el 48 % de los adolescentes que indicaron haber visto pornografía intencionadamente en el pasado, pero no lo hizo en la semana anterior a la realización de la encuesta.

Aun así, la encuesta matiza que la investigación no puede determinar con claridad si adolescentes buscan pornografía con violencia porque ya practican relaciones violentas, o si más bien ese tipo de consumos se normalizan a través del consumo de pornografía.

Por el contrario, solo 1 de cada 3 (33 %) ha visto pornografía que incluye a alguien que pide consentimiento antes de participar en actividades sexuales.

El papel de las personas adultas de confianza

Uno de los datos más llamativos del informe es que menos de la mitad de los adolescentes (43 %) han hablado sobre pornografía con un adulto de confianza.

Los adolescentes entrevistados no suelen tener opiniones positivas sobre la pornografía, ni siquiera aquellos que más la consumen. Hay una distinción entre los beneficios de ver pornografía y si la pornografía como concepto está bien o mal. El fácil acceso a la pornografía y la falta de consenso sobre ella con algún adulto ha provocado que los adolescentes tengan una relación complicada con la pornografía: la mitad de los adolescentes afirmó “sentirse culpable por ver porno en internet”.

Se debe destacar que los encuestados eran mucho más propensos a decir que habían aprendido mucho sobre sexo de un padre, cuidador o adulto de confianza (47 %) que de la pornografía (27 %). Amigos (41 %) y educación sexual en la escuela (32 %) también puntuaron más alto que la pornografía.

Adolescentes quién les enseña sobre sexo

La mayoría de los adolescentes que dijeron haber hablado sobre pornografía con una persona adulta de confianza sugieren que probablemente pueden ser considerado positivo. Entre los jóvenes que han tenido estas conversaciones, el 71 % estuvo de acuerdo en que “les hizo sentir cómo hay recursos útiles además de la pornografía para explorar el sexo o su sexualidad”. Sin embargo, aunque la mayoría de adolescentes dijo haber tenido charlas sobre métodos anticonceptivos y sexo, menos de la mitad dijo haber tenido alguna charla con algún adulto de confianza sobre pornografía.

El informe destaca que los espectadores de pornografía más jóvenes (de 13 a 14 años) fueron los más propensos a decir que quieren poder discutir lo que han visto en la pornografía con un adulto, pero «no sé cómo hacer eso” (48 %) o “no está seguro de con quién hablar” (43 %).

Filtros de contenido y Controles parentales

Entre todos los adolescentes que respondieron a la encuesta, menos de uno de cada tres (32 %) afirmó tener actualmente filtros de contenido o controles parentales establecidos en su hogar para tratar de evitar que accedan a pornografía, mientras que otro 15 % indicó que estos controles no se utilizan actualmente en su hogar, pero han sido utilizados anteriormente.

La edad parece ser un factor clave en el uso de controles parentales.

  • De 13 a 14 años, el 42 % manifestó que estos filtros/controles estaban actualmente en uso en su hogar.
  • De 15 a 17 años, el 24 % indicó que estos filtros/controles estaban actualmente en uso en su hogar.

Qustodio herramienta de Control Parental y Bienestar Digital

“Esperamos que estos datos impulsen las conversaciones nacionales, locales y familiares sobre la pornografía más allá de las suposiciones sobre lo que creemos que los adolescentes están haciendo basados en hechos que representan con precisión las experiencias de los adolescentes”, dijo el Dr. Supreet Mann, responsable de la investigación.



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