Descarga la nota de prensa en PDF: [download id=»14″]

Cuando se trata de elegir un ordenador doméstico para los menores de la casa se han de tener en cuenta factores adicionales como la ergonomía o la seguridad: mejor de sobremesa, sin cámara web y con antivirus.

En muchos hogares españoles, la Navidad es la fecha indicada para incorporar un nuevo ordenador al inventario electrónico doméstico que, pensamos, puede regalarse a los niños y niñas de la casa para que hagan las tareas del hogar, se diviertan y se relacionen. Sin embargo, poco o nada sabemos de qué es lo más conveniente. Se valora el tamaño de la pantalla, del disco duro y de la memoria, la velocidad… y el precio. Pensamos en el bien de los pequeños pero obviamos cómo puede el propio equipo, no ya el tipo de uso, afectar a su bienestar o incluso a su seguridad.

1) Mejor de sobremesa que portátil.

No se trata de una elección por precio, que también. Puede resultar más incómodo y más difícil de ubicar, pero a la postre el ordenador de sobremesa aporta significativas ventajas, que compensan su no portabilidad. En primer lugar, tanto el tamaño como la independencia del teclado y la pantalla ayudan a lograr una disposición más ergonómica que evite problemas visuales y osteomusculares. En esa misma línea, el equipo de sobremesa ha de estar situado en un lugar concreto y adecuado mientras que el portátil puede acompañarnos en ubicaciones y posturas poco recomendables. Por último, si de supervisar el uso de Internet se trata, es obvio que un equipo portátil resulta más esquivo.

2) Sin cámara web.

Es un elemento cada vez más común en el equipamiento de serie. Sin embargo, contar con este dispositivo debe ser una decisión consciente que, en todo caso, se puede revocar inutilizándolo si es preciso. Desde PantallasAmigas, se recomienda que este sistema no esté disponible para los más pequeños, en especial menores de 13 años. Aunque esta organización defiende y promueve el uso de la tecnología por los menores, considera que, hoy en día y a esas edades, ese elemento aporta más componentes de riesgo que ventajas. Según Jorge Flores “la cámara web únicamente sirve para dar información sobre nosotros mismos, una serie de datos que van más allá de lo que creemos mostrar. Además, descuidos o situaciones puntuales pueden traer consecuencias muy nocivas. Suele ser condición necesaria en ciertos problemas graves que se encuentran los menores online. El saldo no sale a cuenta porque aporta poco”.

3) Con un buen sistema de protección contra virus y otro software malicioso.

Es fundamental una actitud activa frente al software malicioso (virus, troyanos, espías…) dado que además de afectar al equipo puede acarrear consecuencias para la seguridad de las personas que los usan. Por ejemplo, el robo de una clave de una red social pone en peligro la privacidad del menor y suponer el inicio de un chantaje. Existen muchos programas para mantener el equipo a salvo, tanto gratuitos como de pago, a los que hay que acompañar con comportamientos y hábitos seguros. El Gobierno ha dispuesto la Oficina de Seguridad del Internauta en la dirección www.osi.es para informarse sobre este aspecto.

Y una pregunta final ¿un ordenador de ellos o para que ellos lo puedan usar? Quizás haya que hacer esta reflexión previa ¿debe ser un ordenador para nuestro hijo o es un electrodoméstico más de uso compartido en el hogar? Esta segunda opción no supone merma en las posibilidades de utilización por parte del menor pero sí permite a los adultos una mejor posición de partida para ajustar las condiciones de utilización como bien común y no en propiedad del niño. Eso sí, supondría que habría que improvisar otra forma de regalo y arriesgarse a perder puntos en el ranking de padres complacientes.