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El “sexting” aumenta entre los niños y adolescentes.

Pensar antes de sextear

Desde hace unos años la práctica del sexting aumenta cada vez más entre la población, especialmente entre niños, niñas y adolescentes. Una práctica que puede conllevar riesgos de los que no son conscientes nuestros hijos. Los padres normalmente  siquiera sabemos muchas veces en qué consiste ni qué puede suponer para ellos.

El sexting es el envío de imágenes íntimas de tipo sexual de forma voluntaria ya sean fotografías o vídeos por parte de quien las protagoniza a otra persona por medio las nuevas tecnologías. “Sextear” es una práctica que cada vez más forma parte de las relaciones entre los adolescentes e incluso los niños. Además, cada vez abarca un abanico de edades cada vez más amplio y vulnerable.

En la actualidad se calcula que 9 de cada 10 adolescentes de 14 años ya tiene móvil. El uso de un smartphone es habitual no solo entre los adultos sino también de los jóvenes y niños. “Pero precisamente la precocidad en el uso de estos dispositivos representa una evidencia preocupante. Uno de cada tres niños o niñas de entre 12 y 14 años, reconoce que practica sexting, intercambiando fotos o vídeos con contenido sexual desde sus móviles”, nos explican desde el Hospital Sant Joan de Dèu.. La posibilidad de poder conectarse a Internet propiciada el sexting, el ciberacoso o el acceso a contenidos inapropiados.

¿Por qué practican el sexting?

La principal razón por la que los adolescentes realizan está práctica suele ser por alguna relación sentimental, estar bajo los efectos del alcohol o las drogas, bromas o la voluntad de seducir. Incluso los adolescentes pueden hacerlo debido a amenazas o chantaje de algún conocido o desconocido menor o adulto.

Los adolescentes creen que las imágenes en un móvil siempre están seguras. Nunca piensan que pueden ser enviadas a otra persona y hacerse públicas. Esto puede ocurrir cuando nos roban o perdemos el móvil e incluso por un error, una broma o la voluntad del propietario. Los adolescentes no suelen desconfiar o imaginar que esto puede ocurrir y no están alerta sobre los riesgos que tiene esta práctica.

Los adolescentes también suelen sentir una cierta presión de grupo y buscan con estas prácticas ganar cierta notoriedad y aceptación. En la actualidad crece en las redes sociales entre adolescentes y adultos el exhibicionismo de las relaciones sociales o desnudos realizados por personas no profesionales.

No son conscientes de que estas fotografías o vídeos pueden en dañar su huella digital en el futuro. Los adolescentes no piensan en que esta imagen se puede hacer de dominio público y convertirse en un problema cuando intenten buscar un empleo o conocer a gente nueva. Esas imágenes les pueden perseguir toda la vida.

Los riesgos del sexting

Los riesgos comienzan cuando estas imágenes o vídeos entre personas que no eran sus destinatarios. Al tratarse de contenidos íntimos, con su difusión el afectado sufre una pérdida de privacidad y un agravio en la reputación de la víctima que deteriora su imagen pública. Para los niños y los adolescentes el sentimiento de humillación y traición puede provocar problemas psicológicos como ansiedad o depresión. Además, esta divulgación también puede suponer consecuencias más complejas como cyberbuying, chantaje, groming o acoso sexual e incluso peligro de riesgo físico debido a la localización que proporcionan las imágenes para posibles agresiones.

Hay que también tener en cuenta las consecuencias legales por parte de quien lo practica ya que pueden ser acusados de exhibicionismo y provocación sexual a menores o generación, producción, difusión o tenencia de pornografía infantil. También de revelación de secretos y delitos contra la intimidad y el honor y delitos contra la libertad sexual.

Pensar antes de “sextear”

Debido a que el sexting puede tener consecuencias negativas, es importante que el adolescente que decida “sextear” lo haga sobre una decisión libre, informada y meditada. El riesgo mayor para los niños y adolescentes es la posibilidad de victimización debida a esta práctica.

En la actualidad ya existen numerosas iniciativas para luchar contra este tipo de prácticas. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que con motivo del Día de Internet Segura (Safer Internet Day) celebrado el pasado día 5 de febrero, participaron en su sección de ciberdelitos en el proyecto de la iniciativa Educación para la Justicia (Education for Justice) que presentaba la campaña “Si no eres tú, no puedes compartirlas”.

La mejor prevención: Pensar antes de “sextear”

También PantallasAmigas lleva a cabo la interesante iniciativa “Pensar antes de sextear. 10 razones para no practicar sexting” dirigida a niñas, niños y adolescentes. Su objetivo es promover la reflexión sobre los riesgos de esta práctica. Además, ayuda estas personas a conocer las medidas que puede adoptar para que las probabilidades de que sean victimizadas sean mínimas. En definitiva, informar sobre cómo “sextear” con menos riesgos. PantallasAmigas trabaja de forma activa para educar, informar y sensibilizar en el buen uso de las TIC a los más jóvenes, sus padres y docentes.

Como prevención además de pensar antes de enviar es importante que los adolescentes sepan que las imágenes de desnudos y minoría de edad es un delito de pornografía infantil. Además, las imágenes son datos personales protegido por la ley por lo que no se pueden utilizar sin el consentimiento de la persona implicada. Hay que recordar a los adolescentes que recibir o hacer una imagen de una persona, no da derecho a distribuirla y que nunca se debe participar. Deben tener en cuenta que la víctima si deriva en humillación y acoso colectivo puede llegar a sufrir un dolor enorme.