Una red de pornografía infantil que logró vender desde julio de 2007 unos 300.000 DVDs a través de internet ha sido desmantelada en la ciudad japonesa de Tokyo.

Los detenidos, con edades comprendidas entre los 36 y los 61 años, habían montado una auténtica «fábrica» de cine pornográfico infantil con 26 ordenadores y 19 copiadoras de DVD.

Se estima que los 300.000 discos vendidos a través de la red habrían reportado al grupo unos ingresos de 110 millones de yenes (920.000 euros; 1.227.000 dólares).

El presunto cerebro del grupo, Jun Amaya, pagaba a sus seis «empleados» un salario mensual de 2.100 euros (2.800 dólares) por descargar imágenes de internet, crear y producir los DVD.

En Japón, la posesión a título individual de fotos pornográficas infantiles no está penado por la ley.

Estados Unidos y otros países desarrollados reprochan a Japón de ser uno de los principales productores de la industria pornográfica infantil y le acusan de laxismo en este asunto.

Fuente: emol.com