En un mundo hiperconectado donde en redes sociales, notificaciones y anuncios están presentes en casi todo momento de nuestras vidas, ha emergido un fenómeno llamado FOMO (acrónimo del inglés “Fear of Missing Out”). Este término hace referencia al miedo o temor a perderse algo que otros están experimentando.

FOMO en los videojuegos

FOMO en los videojuegos

¿Qué es el FOMO?

El FOMO, aunque se ha popularizado con el auge de las redes sociales y las nuevas tecnologías, no es exclusivo de la era digital. Sin embargo, es ahora cuando ha ganado mayor visibilidad y relevancia. Este sentimiento puede manifestarse al ver fotos de amistades en un evento al cual no fuimos invitados, al leer sobre un acontecimiento actual que desconocíamos, al ver una oferta temporal o, en un contexto más amplio, al percibir que no estamos al tanto de las últimas tendencias, experiencias o avances tecnológicos.

El Cambridge Dictionary describe el FOMO como un «sentimiento de preocupación por poder perderse eventos o acciones emocionantes que están haciendo otras personas, especialmente debido al uso de las redes sociales». Esta definición pone de manifiesto cómo las plataformas digitales han amplificado esta sensación, llevando en muchos casos a actitudes impulsivas, decisiones apresuradas y, en ocasiones, consecuencias indeseadas, especialmente en el ámbito económico.

Es esencial comprender que, aunque el FOMO puede manifestarse en distintos ámbitos de nuestra vida, su raíz se encuentra en la necesidad humana de pertenencia y en el deseo de estar informado y conectado. La clave reside en cómo gestionamos esta sensación y en reconocer la importancia de equilibrar nuestra vida digital con el mundo fuera de la pantalla.

Equilibrio Digital “Móvil y Videojuegos. Disfrutar sin Abusar”

Datos y Estadísticas Sobre el FOMO

  1. Prevalencia del FOMO en Redes Sociales:
  • Causas del FOMO: Aproximadamente el 56 % de las personas temen perderse eventos, noticias y actualizaciones importantes si no están conectados a las redes sociales. Además, el 69 % cree que se pierde eventos esenciales si no revisan las redes sociales. (Fuente: OptinMonster, 2021; FortuneLords, 2021)
  1. Conexión Digital y FOMO:
  • Alrededor del 51 % de las personas visita o se conecta a las redes sociales con más frecuencia que hace dos años. (Fuente: OptinMonster, 2021)
  • Un 27 % de las personas revisa sus redes sociales al despertase. (Fuente: OptinMonster, 2021)
  1. Millennials y el FOMO:
  • Casi 7 de cada 10 millennials (entre 23 y 38 años) experimentan FOMO, siendo la generación más afectada. Además, el 60 % comparte sus experiencias de vida en las redes. (Fuentes: OptinMonster, 2021; TrustPulse, 2019)
  • Sorprendentemente, el 33 % de los millennials ha intentado intencionadamente generar FOMO entre sus contactos. (Fuente: OptinMonster, 2021)
  1. FOMO y el Consumo:
  • Aproximadamente el 60 % de los consumidores millennials han hecho una compra impulsiva después de sentir FOMO, a menudo en las siguientes 24 horas. Además, el 41 % realiza transacciones rápidas desde dispositivos móviles a causa del FOMO. (Fuentes: OptinMonster, 2021; FortuneLords, 2021)
  • En cuanto a experiencias frente a objetos tangibles, el 78 % de los millennials prefiere invertir en experiencias más que en objetos materiales. (Fuente: TrustPulse, 2019)
  1. Contenido Generado por Usuarios (UGC) y FOMO:
  • El UGC es una herramienta efectiva para generar un tipo de FOMO beneficioso para el marketing. El 30 % de los millennials dedica 18 horas al día a consumir medios que muestran UGC. (Fuente: OptinMonster, 2021)
  • El 85 % de los consumidores considera que el UGC visual es más influyente que el contenido creado por marcas. (Fuente: OptinMonster, 2021)
  1. Impacto del FOMO en Decisiones de Compra:
  • El UGC influye significativamente en las decisiones de compra. El 84 % de los millennials dice que el UGC tiene influencia en sus decisiones y más del 60 % de los clientes busca UGC antes de comprar. (Fuentes: OptinMonster, 2021; Annex Cloud)

– Fuentes: 40+ FOMO Statistics you Need to Know in the Year 2023, FOMO Statistics, 25+ Powerful FOMO Statistics to Skyrocket Sales (2023), 21 FOMO Statistics: Understanding the Fear of Missing Out, 45 Interesting FOMO Statistics: 2023 Effects, Demographics & Marketing.

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FOMO en el mundo de los videojuegos

La industria de los videojuegos no ha sido la excepción en verse afectada por este fenómeno. Atrás quedaron los días en que un videojuego se disfrutaba en solitario o en el sofá con amigos, desconectados del resto del mundo.

Ahora, en una era donde las experiencias multijugador y las actualizaciones constantes son la norma, las personas jugadoras se ven constantemente bombardeadas con eventos temporales, objetos exclusivos y desafíos que instan a la participación inmediata. Esta urgencia artificial crea un ecosistema donde la persona jugadora siente que, si no se suma en el momento adecuado, puede perderse experiencias importantes.

Y así, el universo de los videojuegos, refugio de evasión y diversión, ahora se ve contaminado con la sombra del FOMO, una inquietud que urge a gamers a estar constantemente conectados, a gastar más y a sentir que siempre se están quedando atrás. Es esencial reconocer y comprender este fenómeno para poder navegar el mundo del gaming de una forma saludable y equilibrada.

Algunas de las formas en que el FOMO se manifiesta en el mundo del gaming son:

  1. Lanzamientos exclusivos: La anticipación de un nuevo juego o una edición especial puede llevar a gamers a comprar de inmediato sin considerar si realmente lo necesitan o si es una adición valiosa a su colección.
  2. Eventos temporales: Muchos juegos online ofrecen eventos por tiempo limitado con recompensas exclusivas que pueden hacer sentir a los jugadores que si no participan, perderán algo valioso.
  3. Microtransacciones: La oportunidad de comprar artículos in-game, como skins o personajes, puede ser un punto de presión, especialmente cuando estos ítems tienen un periodo de disponibilidad o de oferta limitada.
  4. Funciones sociales: Al igual que en las redes sociales, ver a amigos o conocidos avanzar o adquirir ciertos logros o ítems puede generar una sensación de necesidad.

Consecuencias del FOMO en las personas jugadoras

Salud mental y física de los jugadores

La naturaleza interactiva y envolvente de los videojuegos puede ser un caldo de cultivo para el FOMO, con jugadores que se sienten impulsados a participar en cada evento, comprar cada adición o simplemente mantenerse al día con las tendencias. Las consecuencias físicas y mentales pueden ser graves:

  • Salud mental: Los síntomas como ansiedad, estrés y frustración pueden ser signos de que alguien está experimentando FOMO. Las personas perfeccionistas o con altas exigencias para sí mismas son especialmente susceptibles. Aunque aún no está clasificado como un trastorno en sí mismo, en sus formas más extremas, puede aproximarse a uno.
  • Salud física: Las largas horas de juego, impulsadas por la necesidad de no perderse nada, pueden llevar a problemas de salud como fatiga visual, trastornos del sueño y problemas de postura.

Impacto económico

El mundo de los videojuegos está inundado de oportunidades para gastar dinero. Las microtransacciones, contenido descargable y juegos completos lanzados en rápida sucesión pueden ser tentadores. Aquellas personas que sienten que deben tenerlo todo, inmediatamente, pueden encontrar que su economía se vea afectada.

  • Compras impulsivas: El temor a perderse cierto contenido o ventajas puede llevar a las personas jugadoras a realizar compras dentro del juego sin reflexionar, acumulando gastos que podrían no haberse realizado bajo otras circunstancias.
  • Priorización del gasto en juegos: En casos extremos, algunos individuos pueden priorizar el gasto en videojuegos por encima de otras necesidades básicas o responsabilidades financieras, lo que puede conducir a problemas económicos más amplios.

Relaciones sociales y uso del tiempo

La obsesión con no perderse ningún detalle en el mundo virtual puede tener consecuencias directas en nuestras interacciones y prioridades en el mundo real.

  • Descuido de relaciones personales: Muchos jugadores y jugadoras se distancian de amistades y familiares, provocando tensiones y alejamientos.
  • Compromiso con actividades cotidianas: El deseo de estar constantemente online puede interferir con compromisos diarios como el trabajo, los estudios, el ejercicio o las tareas del hogar. Esto puede llevar a retrasos, distracciones y disminución en la productividad general.
  • Desbalance en el tiempo libre: La necesidad de estar presente en cada evento virtual puede reducir significativamente el tiempo dedicado a otros hobbies o actividades recreativas, limitando la diversificación del tiempo libre y el bienestar general.

Transformación de la experiencia lúdica

La naturaleza del FOMO ha modificado la forma en que muchos abordan y experimentan los videojuegos.

  • Jugar por obligación: Lo que debería ser una actividad relajante y entretenida puede acabar convirtiéndose en una tarea o un «trabajo». Las personas jugadoras pueden sentir que deben completar ciertas misiones o adquirir cierto contenido antes de que desaparezca, reduciendo o eliminando por completo el aspecto lúdico del juego.
  • Presión social virtual: En algunos juegos, no tener ciertos objetos o no haber participado en ciertos eventos puede convertirse en motivo de burla o exclusión por parte de otros gamers. Esta presión puede incrementar el estrés y reducir el disfrute del juego.
  • Dificultad en marcar el ritmo personal: Ante la avalancha constante de novedades y eventos, las y los jugadores pueden sentir que no pueden seguir su propio ritmo, sintiendo frustración cuando no logran estar al día con las actualizaciones o eventos.

Estrategias para manejar el FOMO en videojuegos

Cabe recordar que el FOMO es una respuesta emocional, y como tal, es importante tratarlo de forma consciente y equilibrada. La industria de los videojuegos está diseñada para captar tu atención, pero siempre tienes la elección final sobre cómo interactúas con ella.

FOMO “Fear of Missing Out”

  1. Autoconocimiento: Es vital reconocer y entender tus propias emociones. Antes de realizar una compra impulsiva, pregúntate si realmente deseas ese contenido o si estás siendo influenciado por el miedo a perder algo.
  2. Establecer límites: Define un presupuesto mensual para gastos en videojuegos y establece límites de tiempo de juego. No dejes que los videojuegos interfieran con tus responsabilidades diarias o tu bienestar.
  3. Priorización: Acepta que no puedes participar en todos los juegos o eventos. Selecciona aquellos que verdaderamente te apasionen y disfrútalos al máximo.
  4. Desconexión digital: Dedica tiempo a desconectarte del mundo virtual. Realiza otras actividades que te gusten y que te alejen de la pantalla, ayudándote a tener una perspectiva más amplia.
  5. Comunicación: Comparte tus sentimientos y preocupaciones con amigos y familiares. Ellos pueden ofrecerte una perspectiva diferente y ayudarte a tomar decisiones más equilibradas.
  6. Limita notificaciones: Si te sientes abrumado por constantes alertas sobre nuevos contenidos o eventos, considera desactivar o limitar las notificaciones.
  7. Conciencia económica: Sé consciente de tu situación financiera. No gastes más de lo que puedes permitirte.
  8. Control de redes sociales: Aprende a usar las redes sociales a tu favor, sin permitir que estas controlen tu tiempo o emociones.
  9. Enfoca tu consumo mediático: Considera reducir o limitar el seguimiento de noticias de videojuegos para evitar el bombardeo constante de marketing y el consecuente FOMO.
  10. Valora tu tiempo: Recuerda que tu tiempo es valioso. Evita mecánicas de juego que simplemente busquen mantenerte jugando sin ofrecer verdadera diversión o satisfacción a cambio.
  11. Cultiva estándares personales: No te dejes influenciar únicamente por las críticas o el «hype» general. Tú decides qué juegos se alinean con tus intereses y gustos personales.
  12. Practica la gratitud y conformismo: Valora y disfruta lo que ya tienes. Reconocer y apreciar tus posesiones actuales puede ayudarte a resistir el impulso de siempre querer más.



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