Más de una tercera parte de los menores españoles de entre 10 y 18 años que navegan por Internet son usuarios avanzados de las redes sociales online, y tienen 2 ó más perfiles en ellas, según el estudio Menores y redes sociales presentado por el Foro Generaciones Interactivas, realizado por Xavier Bringué y Charo Sábada, expertos de la Universidad de Navarra y basado en una muestra de casi 13.000 menores.

Más del 70% de los menores internautas españoles son usuarios habituales de redes sociales, un servicio online que utilizan entre otras cosas para afianzar sus relaciones sociales reales y cuyo uso resta tiempo al ocio tradicional.

De acuerdo con los datos del estudio, los menores que utilizan redes sociales son más críticos y más conscientes de las oportunidades, pero también de los riesgos (60%), que encierra un uso intenso de las nuevas tecnologías. No obstante, esto no evita que adopten conductas más expuestas en la Red frente al comportamiento de los que no usan las redes sociales. Así, el 22% de los usuarios de redes sociales cree que puede colgar cualquier foto o vídeo suyos en Internet frente al 8% de los no usuarios. Sólo una tercera parte de los menores no usuarios de redes sociales utilizan Internet para compartir fotos y vídeos. Este porcentaje se eleva al 56% en el caso de los usuarios de redes sociales y al 73% si se trata de internautas usuarios avanzados de redes sociales.

Más del 80% de los usuarios avanzados en redes sociales considera que Internet es útil, ahorra tiempo y facilita la comunicación, un porcentaje 11 puntos mayor que entre los que no usan las redes sociales online.

Más redes sociales online, más relaciones offline

Las conclusiones del informe aportan luz sobre la paradoja autonomía-socialización mostrando que la relación entre el uso de las redes sociales de Internet y la intensidad de las relaciones con su entorno cercano de amigos y conocidos es siempre directamente proporcional.

Los menores usuarios de redes sociales muestran según el estudio una considerable autonomía, y una gran capacidad para utilizar por sí mismos las más diversas TIC, uso que se realiza en solitario. Esto no impide que la mitad de los usuarios avanzados de redes sociales compartan momentos de navegación con sus amigos, frente al 35% de los no usuarios. Así mismo los usuarios avanzados en redes sociales resultan ser también aquellos que utilizan el móvil con más frecuencia para estar en contacto con sus amigos.

Por otro lado, a medida que los menores usan más las redes sociales, crece de forma sustancial el acceso a otros servicios y el intercambio de contenidos relacionados con los intereses de su grupo, lo que favorece la interacción entre ellos. También se intensifica la faceta creadora de los internautas cuando se tiene acceso a redes sociales: la probabilidad de tener un web propio se duplica si se administran dos o más perfiles (52%), frente a los menores que no tienen ninguno (26%).

El estudio también apunta que el uso intensivo de redes sociales está relacionado con el tiempo dedicado a otras actividades de ocio más tradicionales: por ejemplo frente al 21% de chicas no usuarias de redes sociales que declaran no leer más libros que los obligatorios de clase, la cifra aumenta al 31% entre las usuarias que hacen un uso avanzado de redes sociales.

Un 70% de usuarios avanzados utiliza la tecnología como apoyo para el estudio o las tareas escolares aunque al mismo tiempo, un 40% de menores expertos en el uso de las redes sociales reconoce que su uso afecta negativamente al tiempo dedicado a estudiar.

El porcentaje de menores activos en redes que tienen en su dormitorio un ordenador personal o una televisión supera al de los no activos en casi 15%. En lo que se refiere al móvil, también aparecen diferencias reseñables: los usuarios avanzados superan en un 20% a los no usuarios en cuanto a posesión de móvil propio.

Conclusiones

El informe manifiesta que las redes sociales son una de las herramientas digitales que mayor éxito y penetración tiene entre los menores. Una vida social digital intensa hace que compartan más música, que accedan a más contenidos lúdicos o relacionados con los intereses de su grupo, que utilicen más el correo electrónico o que envíen más mensajes de texto a través de sus móviles. Todo ello, lejos de provocar aislamiento, sirve para reforzar los vínculos con sus iguales, según este estudio.

El uso intensivo de estas redes se asocia a una mayor exposición de la intimidad o a una disminución de tiempo en otras actividades como son el ocio tradicional o el estudio.

Fuente: Foro Generaciones Interactivas