Peter y su madre aprenden a usar las herramientas de seguridad de TwitterHay una notable diferencia entre acceder a Internet y saber navegar en Internet. En el primer caso, el internauta corre riesgos, mientras que en el segundo, su criterio puede permitirle navegar seguro.

¿Cuántas personas saben lo que hacen cuando hacen doble click en el icono de su navegador, empezando por el propio sistema operativo?

Muchas son las voces que alertan de que al aceptar ciertos sistemas operativos, los usuarios ceden sin remedio datos personales. A eso se suman las críticas a los agujeros de seguridad que compañías como Windows no tienen más remeddio que admitir cada cierto tiempo y llanzar parches para solvertalos.

Los problemas toman un cariz más serio cuando hablamos de seguridad en las Redes Sociales. Basta que una web les diga que es necesario registrarse para descargar esto o aquello, y los susuarios facilitan dirección, número de teléfono e incluso el móvil.

En las redes sociales aumentan los casos de cesión de información a empresas para publicidad, despidos improcedentes derivados de información colgada en la red que se creía privada, abusos de menores por el poco control de las cuentas etc.

Esa información que la gente vuelca de manera voluntaria en Internet, se volverá un día contra ellos. Es fácil sacar datos personales de los usuarios de Tuenti, por ejemplo. Frente a discursos catastrofistas que niegan la idoneidasd de las nuevas tecnologías, se impone una realidad: las redes sociales pueden ser buenas si sus usuarios hace un uso precavido mirando escrupulosamente en favor de su propia seguridad. Protegerse es la primera obligación de los usuarios.

Fuente: pillateunlinux.wordpress.com