El fenómeno del sexting se extiende como una mancha de aceite. Menores de edad, en su mayoría adolescentes, crean y difunden imágenes de alto contenido erótico o sexual de sí mismos o de terceros por medio de su teléfono móvil.

Cuando esas imágenes salen del contexto privado y llegan a ser de dominio público o incluso aparecen colgadas en Internet, el daño es irreparable. La intimidad de la persona que protagoniza las fotografías o vídeos se ve seriamente afectada y, con ello, suelen llegar otras consecuencias, como el linchamiento social del entorno próximo en forma de ciberbullying.

Por otro lado, estos actos tienen trascendencia legal, al ser calificables como delitos relacionados con la pornografía infantil ya que, al fin y al cabo, se trata de menores de edad en situaciones que pueden ser catalogadas como pornográficas.

La etapa vital de los adolescentes se caracteriza, entre otras cosas, por un elevado nivel de hormonas sexuales y por una escasa percepción del riesgo en términos generales. De esta forma, el sexting es observado como algo divertido y sensual, sin tener en cuenta sus potenciales consecuencias.

La inmediatez del teléfono móvil y sus posibilidades audiovisuales hacen el resto, con lo que grabar y enviar es posible en cuestión de segundos y en cualquier momento y lugar.

La organización PantallasAmigas, mediante el sistema de vigilancia Ciberalerta, ha constatado la evolución alarmante del fenómeno. Si antes del verano ya se trataba de una cuestión significativa, en los últimos meses los datos que llegan son más preocupantes. Valgan algunos ejemplos de las últimas semanas:

  • En un condado del estado de Kentucky (EEUU), 44 alumnos han sido expulsados del centro escolar en los dos primeros meses del curso escolar por estar implicados en prácticas de sexting.
  • En Montana (EEUU), las fuerzas de seguridad especializadas en los delitos contra los menores en Internet se han visto obligadas a hacer el pasado mes un llamamiento público por el considerable aumento de esta práctica.
  • En Argentina, el strip-tease de una niña de 14 años grabado con un celular y transmitido a cientos de aparatos por MMS, Bluetooth e infrarrojos ha conmocionado a la opinión pública.

En España, por semejanza con otro tipo de situaciones delicadas relacionadas con el uso de los teléfonos móviles o de Internet, va a ser un nuevo reto que nuestra sociedad debe afrontar.

Por ello, PantallasAmigas ha desarrollado un completo web de apoyo a la labor de prevención, con datos, consejos y animaciones preventivas, que se pueden encontrar en Sexting.es.

Según Jorge Flores, responsable de la iniciativa PantallasAmigas “es preciso comenzar a actuar. No podemos esperar al primer caso grave para empezar a pensar qué hacer para prevenir el siguiente. Sabemos que es una amenaza cierta y tenemos la responsabilidad de tratar de minimizar su impacto cuanto antes.”

Fuente: Baquía