PantallasAmigas ofreció el pasado octubre una comparecencia en la Asamblea de Madrid con el objetivo de informar sobre ciberacoso y prevención del mismo entre la población juvenil.

PantallasAmigas compareció en la Asamblea de Madrid para ofrecer sus reflexiones en torno al ciberacoso.

PantallasAmigas compareció en la Asamblea de Madrid para ofrecer sus reflexiones en torno al ciberacoso.

Con el objeto de informar sobre ciberacoso y prevención del mismo entre la población juvenil, PantallasAmigas compareció ante la Comisión de Juventud de la Asamblea de Madrid el pasado 17 de octubre, a petición de los propios grupos representados en la cámara.

Los representantes  pudieron  conocer de primera mano los recursos educativos elaborados por PantallasAmigas en torno a la ciberviolencia, utilizados en jornadas y talleres con el objetivo de fomentar el respeto a las normas de educación cívica, también sobre aquello que ocurre en Internet. Muchos de esos recursos están disponibles en nuestra página web (www.pantallasamigas.net), así como en el Canal de YouTube de PantallasAmigas.

Reflexiones de la comparecencia:

Hace apenas unos años la sociedad se armó de franjas de horario infantil de televisión para proteger a los menores de contenidos considerados nocivos por los expertos. Hoy, esos contenidos, en cantidad y virulencia inimaginables, están siendo consumidos a cualquier hora del día desde cualquier lugar gracias a Internet… e incluso portados en el bolsillo. Siendo coherentes, cabe esperar efectos nocivos proporcionales que ya se están dando con la consiguiente y evidente trivialización, por ejemplo, de ciertas conductas de carácter sexual o violento.

La segunda reflexión es tanto o más evidente que la anterior, pero no menos importante. Nuestros menores están utilizando una de las más revolucionarias y potentes tecnologías que hayamos conocido nunca… para lo bueno… y para lo malo. Son menores, lo cual es sinónimo de inexpertos y vulnerables. Las grandes oportunidades de Internet vienen con riesgos proporcionales, esto es, enormes y, sin embargo, abrazamos con ansia estas posibilidades de la Red, sin aumentar de manera equivalente las actuaciones que permitirían evitarlos o reducir sus consecuencias.

Infancia y adolescencia en la red:

La vida online no es vida virtual, es vida real siempre. Aun siendo impostada, simulada, es vida real pero interpretada. Hay muchas vidas impostadas a pie de calle como también las hay online. Claro está que la Red, como medio de socialización, tienen sus propios códigos, vicios y virtudes, al igual que los tienen la familia, el barrio o el centro educativo. Las y los adolescentes se muestran diferentes en cada uno de esos contextos.

Debemos añadir que no estamos de acuerdo con la afirmación generalizada de que los nativos digitales “controlan”. Saben o consiguen saber, si acaso, qué botones apretar para conseguir lo que quieren, pero no suelen conocer todos los efectos resultantes de apretar esos botones, al mismo tiempo que ignoran muchas otras cosas que podrían hacerse o cómo hacerlas. Y si acaso saben más que nosotras las personas adultas no quiere decir que sepan lo suficiente. No son usuarios avanzados, son usuarios intensivos y a veces hasta compulsivos. Sacan cientos de fotos y no consta que sean, por ello, buenos fotógrafos ¿verdad?.

Un plan, el verdadero reto:

Con este compendio de riesgos y necesidades está claro que se precisa un plan, un buen plan, integral, eficiente y flexible. ¿Es posible? La capacidad para las tareas de diseño y realización del plan hemos de suponerla garantizada. Sin embargo, el alcance está limitado por los recursos, siempre escasos, más ahora. Además, la flexibilidad compromete la eficiencia… así que deben añadirse tres virtudes:

  • Determinación, que significa también constancia en el tiempo.
  • Coordinación y optimización, como condiciones necesarias de eficiencia.
  • Y, por último, rapidez de adaptación.

Ciberacoso en Internet:

Exiten muchas acciones diferentes que reciben el nombre genérico de ciberacoso. Por un lado está el ciberacoso entre iguales o ciberbullying (cyberbullying, ciberhostigamiento, cibermatoneo, cibermatonaje). Por otro lado está el ciberacoso con fines sexuales que si se realiza sobre una persona menor de edad por parte de una adulta, recibe el nombre de Internet Grooming o Child Grooming. Por último, está el ciberacoso sexual como una forma de violencia de género digital y que en muchas ocasiones se materializa en sextorsión.

Para terminar, añadimos el siguiente recurso didáctico audiovisual, que  invita a analizar e imitar los pasos a dar cuando se es víctima de violencia digital. La experiencia cotidiana y los estudios señalan que a niños, niñas y adolescentes les resulta muy complicado dar el paso de pedir ayuda ante problemas o situaciones de acoso online. Sin embargo, hacerlo es fundamental para reducir el daño desde el primer momento, no dejar que el problema empeore y resolver finalmente la situación. Ignorar las provocaciones es el primer paso y bloquear, si existe la posibilidad, el segundo. Cuando la situación persiste, pedir ayuda es fundamental y, cuando el problema adquiere dimensión o gravedad, es preciso acudir a la policía en busca de apoyo.