La nueva moda adolescenteTodo empezó con los “chats”, luego llegó el “texting” y ahora los jóvenes han encontrado una nueva diversión en el “sexting”. Son las nuevas tecnologías las que han potenciado la creación de estos nuevas formas de comunicación, donde el sexo y el contenido erótico está al alcance de todos en móviles y ordenadores.

CRISTINA LAMAGRANDE VALENCIA Diversión al desnudo. Nunca mejor dicho cuando se habla de “sexting”. Fotografiarse, grabarse y distribuir esta información a través del móvil o internet es la nueva forma de divertimento de jóvenes de todo el mundo. Y es que, este fenómeno mezcla dos factores explosivos: adolescentes y nuevas tecnologías.

Las cámaras web, los móviles de tercera generación y la expansión de internet a todos los hogares ha supuesto una fácil accesibilidad, a niños y no tan niños, a toda clase de contenidos altamente sexuales. Parece que desnudarse esté de moda en las redes sociales. Es por esto, por lo que esta nueva forma de entretenimiento ha abierto un debate muy polémico entre sociólogos, psicólogos, pedagogos, padres y abogados de todo el mundo. ¿Se trata sencillamente de una travesura, de un juego adolescente o se podría considerar algo tan serio como pornografía infantil?

Fue a raíz de este conflicto cuando la organización no gubernamental de Prevención de Embarazos Imprevistos entre Adolescentes ha estudiado este fenómeno, preocupada por el hecho de que un 20 por ciento de los jóvenes de entre 13 y 17 años haya mandado alguna vez una imagen o vídeo suyo estando desnudo o semidesnudo. En la mayoría de los casos esta acción no tiene una motivación fundada, sino que simplemente se hace por diversión o como táctica para ligar con otros adolescentes.

Pero esta inconsciencia puede salir cara. El fenómeno es tan novedoso que existen incluso lagunas legales. Uno de los problemas al que se enfrentan las autoridades es determinar quién es el responsable cuando el envío del mensaje o la foto en cuestión se hace sin consentimiento.

Sin embargo, tal y como informó Arturo Canalda, trabajador del departamento jurídico de la Asociación de Defensores del Menor, “el peligro viene cuando estas imágenes saltan del entorno privado y pasan de móvil en móvil o bien a través de internet”. “Estas actuaciones -añade- pueden tener como consecuencia el acoso psicológico informático entre los jóvenes”.

Pero tampoco los problemas acaban aquí, ya que, otra de las grandes preocupaciones de las autoridades, aunque con implicaciones no tan públicas, es la pornografía infantil. “No hay problema cuando son dos chicos los que practican ‘sexting’ voluntaria y libremente”.

Acosos a menores

“Es una actividad totalmente lícita. Además, no se trata de relaciones sexuales propiamente dichas, por lo que no podría constar como ilegalidad. El conflicto estalla cuando existe la intervención de un adulto, en la publicación de estas imágenes o en la falta de libertad a la hora de grabarlas”, remarcó Canalda.

No obstante, son muchos los que defienden el “sexting”. “Es mi intimidad con mi pareja, eso no hace daño a nadie, y yo puedo fotografiar lo que quiera y compartirlo con quien quiera” aseguró Carlos, trabajador de 22 años. Y es que, como este joven, son muchos los que comparten fotos o vídeos de contenido altamente sexual con sus parejas. “Muchas veces la idea salía de mí, pero ellas estaban totalmente conformes y sé que les gustaba porque ellas lo decían”.
El fenómeno va en aumento. Su alcance entre los adolescentes sube como la espuma. Por eso empiezan a tomarse medidas. En España, Pantallas Amigas, (iniciativa para la promoción del uso seguro y saludable de internet y móviles por parte de los jóvenes), ha creado la página web “www.sexting.es” para alertar del fenómeno y ayudar a prevenirlo.

Pero las autoridades advierten que la mejor forma de prevención es dar pautas de educación, que no de prohibición, a los niños. Y aseguran que una función de control, siempre sin excesos, de los padres sobre los críos podría ahorrar muchos sustos.

«Sexting», ¿travesura, juego o pornografía?

(Artículo también aparecido en la versión online del diario.)