• Niñas, niños y adolescentes pasan buena parte de su tiempo en línea: viendo vídeos, jugando, aprendiendo o socializando. Pero ese entorno digital, aunque lleno de oportunidades, también encierra riesgos reales: acoso, contacto con desconocidos, exposición a contenidos dañinos, presión comercial o simplemente la dificultad de desconectarse. 
  • Ante esta realidad, la Unión Europea decidió en 2022 dar un paso firme: crear la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act, DSA). Su meta es garantizar que el espacio digital europeo sea más seguro, transparente y respetuoso con los derechos de todos los usuarios, especialmente las personas menores de edad.
La Ley de Servicios Digitales (DSA) y la protección de los menores en línea

La Ley de Servicios Digitales (DSA) y la protección de los menores en línea

¿Qué es la DSA? 

La DSA, o Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act) es una normativa de la Unión Europea que obliga a todas las plataformas en línea disponibles en su territorio, ya sean europeas o internacionales, a garantizar un entorno digital más seguro.

Su espíritu es simple: lo que es ilegal fuera de internet también debe serlo en internet. Pero además, reconoce que las plataformas digitales tienen un poder e influencia enormes sobre la vida cotidiana de las personas, por lo que deben asumir una mayor responsabilidad.

Las principales metas de la DSA son:

  • Proteger los derechos fundamentales de los usuarios.
  • Hacer más transparente la publicidad y los algoritmos.
  • Garantizar la retirada rápida de contenidos ilegales.
  • Proteger especialmente a niños, niñas y adolescentes frente a riesgos en línea.

Los servicios con más de 45 millones de usuarios en la UE (como TikTok, YouTube o Instagram) deben cumplir obligaciones reforzadas, incluyendo evaluaciones de riesgo y auditorías independientes.

Principios clave de la protección de menores

Las directrices sobre la protección de menores publicadas por la Comisión Europea en 2025 detallan cómo deben aplicar las plataformas la DSA en relación con niños, niñas y adolescentes. Estas se basan en tres pilares esenciales:

1. Los derechos del niño primero

Las plataformas deben actuar siempre en el mejor interés del menor, garantizando:

  • Protección y privacidad.
  • Acceso equitativo a la información y la educación.
  • Inclusión, participación y libertad de expresión.

2. Seguridad desde el diseño

La seguridad no debe ser una reacción a los problemas, sino un principio de diseño. Las plataformas han de integrar la privacidad, la protección y la seguridad desde la creación del servicio.

3. Comprender a los usuarios

Cada servicio debe evaluar cómo interactúan los menores con sus funciones y qué riesgos enfrentan (ciberacoso, adicción, exposición a contenidos nocivos). La prevención parte de conocer esas vulnerabilidades.

¿Cómo protege la DSA a las personas menores de edad?

La ley se traduce en medidas concretas que afectan todos los aspectos de la experiencia digital infantil y adolescente.

  • Evaluación de riesgos: Cada plataforma debe analizar los peligros específicos que su servicio puede representar para las personas menores de edad y aplicar soluciones adecuadas. No basta con prohibir el acceso a menores: si un sitio sabe que niños lo usan, debe cumplir la DSA.
  • Verificación de edad: Saber quién usa la plataforma y a qué edad es esencial. Para ello existen tres métodos principales:
    • Autodeclaración: el usuario indica su edad, aunque es poco fiable.
    • Estimación de edad: basada en tecnología (como reconocimiento facial o patrones de uso).
    • Verificación de edad: mediante documentos oficiales o identidades digitales verificadas.

La DSA fomenta soluciones respetuosas con la privacidad, como la Cartera de Identidad Digital Europea, que permitirá demostrar la mayoría de edad sin revelar más datos personales.

  • Registro y educación desde el inicio: El proceso de crear una cuenta es un momento clave para informar y empoderar. Las plataformas deben:
    • Explicar claramente los motivos del registro.
    • Garantizar que el usuario comprende las configuraciones de seguridad.
    • Facilitar el cierre o eliminación de cuentas.
    • Incluir consejos educativos y herramientas de protección.
  • Configuración de cuentas: privacidad por defecto: La mayoría de usuarios no modifican los ajustes predeterminados. Por eso la DSA exige que estos sean seguros desde el principio:
    • Limitación de contactos y visibilidad.
    • Desactivación de geolocalización, cámara, micrófono y seguimiento.
    • Restricción de descargas o mensajes de desconocidos.
    • Control de notificaciones y tiempo de pantalla.
    • Desactivación de contadores de “me gusta” o filtros que afecten la autoestima.
  • Interfaces seguras y accesibles: El diseño de una plataforma puede fomentar o reducir conductas adictivas. Por eso deben evitarse:
    • Desplazamiento infinito.
    • Autoreproducción de vídeos.
    • Notificaciones constantes o recompensas diarias.

En su lugar, deben ofrecer recordatorios para descansar, avisos claros cuando se use inteligencia artificial, y opciones accesibles para todos los usuarios, incluidos los que tienen discapacidad.

  • Recomendaciones y algoritmos transparentes: Los sistemas de recomendación determinan qué ve cada usuario. En el caso de los menores:
    • Deben mostrar solo contenidos apropiados a la edad.
    • Permitir controlar y restablecer el feed.
    • Evitar depender de datos sensibles o comportamiento pasivo (como el tiempo de visualización).
    • Explicar por qué se muestra cierto contenido.

El objetivo: que el menor entienda y controle lo que ve, sin quedar atrapado en un flujo infinito de información o publicidad.

  • Prácticas comerciales justas: La DSA busca proteger a los menores de la manipulación comercial. Las plataformas deben:
    • Identificar claramente toda publicidad o promoción.
    • Evitar tácticas de presión (como temporizadores o “compra ahora”).
    • Impedir acceso a contenido similar al juego o apuestas (por ejemplo, las loot boxes).
    • Asegurar que lo “gratuito” no esconda compras o suscripciones.

Estas medidas buscan frenar la confusión entre entretenimiento y consumo, algo especialmente crítico en juegos y redes sociales.

  • Moderación responsable: La moderación de contenido no es solo eliminar publicaciones. También implica crear un entorno respetuoso. Las plataformas deben:
    • Definir qué es contenido dañino.
    • Actuar con rapidez ante denuncias de acoso o grooming.
    • Formar a moderadores en detección de riesgos para menores.
    • Vigilar el uso de herramientas de IA para evitar abusos.

Una buena moderación es la base de comunidades seguras y saludables.

  • Sistemas de denuncia accesibles: Cualquier menor debe poder reportar con facilidad un problema: acoso, abuso o contenido ofensivo. Las reglas de la DSA exigen que:
    • Los canales de reporte sean visibles, simples y accesibles.
    • Las respuestas sean rápidas y útiles.
    • Se permita bloquear, silenciar o limitar contactos.
    • El usuario reciba información sobre lo que se ha hecho tras su denuncia.

Además, la red europea de Centros de Internet Seguro (Safer Internet Centres) ofrece apoyo gratuito y confidencial por teléfono, correo o chat.

  • Herramientas para padres y tutores: La ley también promueve la colaboración entre plataformas y familias. Las herramientas parentales deben:
    • Basarse en la comunicación, no en el control.
    • Respetar la privacidad del menor y avisarle cuando estén activas.
    • Funcionar en distintos dispositivos.
    • Complementar —no sustituir— las funciones de seguridad integradas.

El objetivo es acompañar al menor en su autonomía digital, no vigilarlo.

¿Por qué importa la DSA para familias y personas educadoras?

La DSA no es solo una ley para empresas tecnológicas; es una herramienta de confianza social.
Para las familias, significa poder acompañar a hijos e hijas en el entorno digital con más claridad sobre lo que las plataformas deben garantizar.

Para las personas educadoras, implica nuevos recursos para enseñar ciudadanía digital, pensamiento crítico y bienestar en línea.

Además, promueve un internet donde las personas menores de edad pueden aprender, expresarse y participar sin miedo. Un entorno que prioriza su desarrollo, no su exposición.

Supervisión y cumplimiento

Cada país de la UE cuenta con un Coordinador de Servicios Digitales (DSC), encargado de supervisar que las plataformas cumplan la DSA. Además, existen “denunciantes de confianza” (trusted flaggers): organizaciones especializadas en detectar contenido ilegal o perjudicial, cuyas alertas deben ser atendidas con prioridad.

La Comisión Europea coordina el trabajo de los DSC y puede abrir procedimientos legales contra plataformas que incumplan las reglas.

Lo que viene: el futuro de la DSA

En los próximos años, la Unión Europea seguirá reforzando este marco de protección mediante:

  • La puesta en marcha del sistema europeo de verificación de edad.
  • Un plan de acción contra el ciberacoso a escala continental.
  • Estudios sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental infantil y adolescente.

El propósito es que el entorno digital europeo evolucione junto con la tecnología, sin dejar atrás la seguridad ni los derechos de sus usuarios más jóvenes.

Campaña «DSA for YOUth- Protecting minors by design»

La campaña “DSA for YOUth – Protecting minors by design” es una iniciativa de la Comisión Europea que busca acercar la Ley de Servicios Digitales a los jóvenes, las familias y educadores de una manera comprensible y práctica. Su objetivo es explicar cómo la DSA protege a menores desde el diseño mismo de las plataformas digitales, promoviendo entornos seguros, inclusivos y adaptados a las distintas etapas del desarrollo infantil y adolescente. A través de materiales educativos, recursos visuales y mensajes directos, la campaña enfatiza que la seguridad en línea no es un añadido, sino un principio que debe incorporarse en cada decisión tecnológica.

Además, “DSA for YOUth” fomenta la participación activa de los jóvenes como agentes de cambio digital. Invita a reflexionar sobre los derechos digitales, la privacidad y la responsabilidad compartida entre usuarios, plataformas y autoridades. Al resaltar la importancia de la seguridad por diseño, la campaña no solo difunde las obligaciones legales de la DSA, sino que impulsa una cultura digital europea basada en el respeto, la transparencia y la protección de los más vulnerables. Convierte la normativa en un mensaje cercano y educativo: un recordatorio de que un internet más seguro empieza por decisiones conscientes y diseño responsable.

  Descargar PDF: DSA Guidelines explained – What online platforms should do to keep kids and teens safe online – 2025 (en)