Coincidiendo con la opinión de muchas otras personas, desde PantallasAmigas también recomendábamos prestar especial atención al entorno real al jugar para evitar accidentes. Sin embargo, no es éste el único riesgo que puede acarrear el salir a cazar las criaturas que este videojuego dispersa por el mundo físico que nos rodea.

Advertencias ilustradas de la artista polaca Magdalena Proszowska

Advertencias ilustradas de la artista polaca Magdalena Proszowska

El videojuego que ha catapultado las acciones de Nintendo hasta cifras no vistas desde la época dorada de la Wii, ha animado a muchas personas a salir a la calle a jugar con él sin pensar en algunos de los riesgos a los que nos puede exponer. Gracias a la realidad aumentada y la geolocalización, consigue mezclar los personajes virtuales con el mundo real que invita a recorrer, convirtiéndolo en algo más que un juego.

Antes de llegar oficialmente a las tiendas de apps de cada país, las descargas de versiones piratas fueron frecuentes, situación aprovechada por personas con mala intención que plagaron de malware algunas de las versiones que ponían a disposición para descargar. En ellas, virus y troyanos que podían afectar tanto nuestro dispositivo como a nuestro bolsillo campaban a sus anchas, e incluso había versiones no oficiales de Pokémon GO que incorporaban herramientas de acceso remoto para obtener el control absoluto del teléfono de las víctimas.

Exposición a nuestra privacidad

Ahora que el juego está disponible en la mayoría de países, han comenzado a aparecer aplicaciones para mejorar la experiencia del juego, con algunas aplicaciones que legítimamente nos ofrecen algún servicio o ventaja, pero muchas aprovechando la excusa para solicitar información personal sin decir el uso que harán del mismo. En este tipo de apps adicionales para complementar la experiencia de Pokémon GO también se están viendo muchas versiones con malware incorporado, así que antes de aventurarse a probar alguna, siempre mejor tener un buen antivirus instalado en el Smartphone.

A pesar de que la versión oficial ya haya corregido algunos accesos a nuestros datos privados que no eran necesarios para el buen funcionamiento del juego, las intromisiones en la intimidad siguen ocurriendo, ya que además de las versiones ilegítimas que no la respetan, también el propio juego sigue fomentando compartir nuestra ubicación cuando sacamos foto o captura del Pokémon para compartirlo en nuestras redes sociales. También podemos proteger nuestra intimidad usando nombres falsos a la hora de registrarnos.

Consumo excesivo de planes de datos y batería

Las baterías de los dispositivos móviles tampoco están preparadas para sostener una actividad prolongada con la exigencia tecnológica de un juego como Pokémon Go: pantalla encendida, GPS activado, conexión a Internet permanente… una fórmula perfecta para dejar nuestra batería vacía mientras llenamos nuestro Pokédex de criaturas cada vez más evolucionadas. Unido a la necesidad de estar permanentemente consumiendo datos, no es de extrañar que muchas personas se hayan encontrado con algún disgusto en su factura al ver sus planes de datos consumidos. No hay que olvidar que la mayoría de las personas que salen a buscar a los famosos monstruitos de Nintendo son niños y niñas que estarán tan solo pendientes de completar su Pokédex y de hacerlos evolucionar para seguir subiendo de nivel.

Free-to-play: micropagos dentro del juego

Cuando algo es aparentemente gratuito, siempre hay truco detrás, y esta versión de Pokémon GO sigue la filosofía de las apps FREEMIUM que provoca que niños y niñas lleguen a realizar micropagos sin darse cuenta del coste económico final que conlleva. El juego permite adquirir Pokemonedas que sirven para intercambiar objetos y poderes que ayuden a progresar en el juego con menos esfuerzo.

Debe ser una tentación muy grande para aquel que quiera seguir progresando a buen ritmo, porque en estos momentos el juego está recaudando más dinero que Candy Crush Saga, el juego tipo “free to play” más rentable hasta ahora.

Jugar sin abusar

Finalmente, nuestro afán por coleccionar y competir, concepto explotado magistralmente por la saga Pokémon, puede traer consigo problemas de adicción al estar algunas personas más pendientes de la caza de las criaturas que del resto de la vida que se debe atender y también disfrutar.

Además de recomendar caminar por lugares seguros a niños y niñas, siempre mejor acompañado por una persona adulta, también habría que limitar el tiempo de juego para no dejar que se convierta en una obsesión, ya que en estos momentos se está invirtiendo más tiempo para jugar al Pokémon GO que para atender Snapchat, Whatsapp e Instagram juntos.

Puedes descargar el juego para Android en el siguiente enlace: play.google.com y para iPhone/iPad en el siguiente: itunes.apple.com