(Post de Sandra Pérez de las Heras para el blog Educa con TIC.)

Existen corrientes paralelas, que parecen a menudo tener sinergias y a veces estar enfrentadas respecto a la seguridad en Internet. En uno de los lados se encuentran las corrientes orientadas al control por parte de los docentes/padres/tutores de la actividad en Internet de los estudiantes/hijos para un uso restringido que impida el acceso a algunas páginas y contenidos de la red.

En apoyo a esta corriente, o más bien a esta necesidad de conocer la ruta de navegación de nuestros menores, han nacido numerosos paquetes de software de control parental, que han ido creciendo y aumentando en la misma medida que lo ha hecho Internet y su uso. Si bien inicialmente estaban asociados a los proveedores de Internet, hoy en día tenemos múltiples opciones con diferentes grados de complejidad y de niveles de restricción. De pago, gratuitas, como complemento o integradas, existe una amplia variedad para todas las necesidades.

El Instituto Nacional de Tecnologías de la Información (INTECO) pone a nuestra disposición una relación de proveedores de control parental que puede sernos útil en caso de declinarnos por esta opción.

La corriente prohibitiva parece no entrar en conflicto con una corriente mucho más moderada que se decanta por la información y formación acerca de cómo navegar seguros en la Red, de cómo prevenir casos de riesgos. Estas campañas alertan a los menores sobre posibles riesgos en Internet e informan también a sus padres, tutores y profesores. Si somos de un pensamiento a medio camino entre el control y la prevención, podemos optar por poner un control parental en casa o en la escuela y trabajar en las aulas o en casa sobre cómo detectar situaciones peligrosas. La web de pantallas amigas dispone de muchos recursos interactivos, vídeos  situacionales y juegos para trabajar en el aula o en casa. Nos aporta consejos y normas respecto al uso del medio y se actualiza de manera constante para dar respuesta a los nuevos contextos que provoca el desarrollo tecnológico; para muestra un botón, un vídeo:

etiquetasSINproblemas.com

Sin embargo, más allá del control y de la prevención, lo cierto es que los menores consumen Internet, como concepto amplio, y se ven en situaciones de riesgo casi diariamente.

Existen algunas iniciativas, no en el ámbito de tecnología, que nos enseñan el camino hacia donde tienen que evolucionar los programas de seguridad en Internet. Energy control es un programa de reducción de daños en caso del consumo de drogas. Reconocen la existencia de un uso recreativo de las drogas y desarrollan estrategias que permitan reducir el daño, asumiendo que existe consumo.

Las políticas de prevención y de protección de menores en Internet, deben asumir que los menores harán en muchas ocasiones un uso mal intencionado de internet, que repercutirá sobre ellos mismos o sobre otros, a pesar de conocerlo y de saber que implica un riesgo.

Más allá de los programas de control, que son una opción, y de prevención, que son necesarios, es importante que empecemos a trabajar en otros modelos en los que los menores sean capaces de situarse frente a los peligros de Internet, minimizando los posibles daños. Hace tiempo que como en otros ámbitos, delante de una pantalla, quizás también, necesitemos buscar ayudar.

Una proposición indecente: ¿Controlar, prevenir o reducir?