• El cyberflashing es un tipo de acoso que ha encontrado formas perversas de transformarse y utilizar la tecnología a su favor.
  • En España aún no está tipificado como delito, a pesar de que miles de mujeres lo sufren a diario.
Cyberflashing, el envío no consentido de imágenes o vídeos sexuales

Cyberflashing, el envío no consentido de imágenes o vídeos sexuales

Un reciente estudio del periódico británico TES Magazine, calculaba en 2020 que el 75,8 % de las niñas entre 12 y 18 años habían recibido imágenes de desnudos de niños u hombres no solicitadas. A estos datos se suma un artículo de The Guardian de febrero de 2022, que aseguraba que más de una quinta parte de las mujeres y niñas de Reino Unido sufrieron este tipo de exposición sexual en línea en el último año.

En España según el informe sobre el consumo de pornografía en la adolescencia publicado en 2020, entre las principales fuentes de acceso a la pornografía se situaba el acceso a través de personas desconocidas (0,4 %). La encuesta realizada a 1.753 adolescentes, desveló casos en los que, sin mediar invitación o contacto previo, se recibió pornografía. Si bien es un porcentaje muy pequeño, es necesario destacar que únicamente las chicas recibieron contenido pornográfico de esta manera (1,3 % de las chicas).

¿Qué es el cyberflashing?

El cyberflashing (ciber-exhibicionismo) es el acto de enviar imágenes obscenas (nudes) no solicitadas, a través de WhatsApp, AirDrop, Bluethooth en cualquiera de sus formas o una red social.

El diccionario de Cambridge lo describe de la siguiente manera: “El acto de alguien que usa Internet para enviar una imagen de su cuerpo desnudo, sobre todo los genitales (u órganos sexuales), a alguien que no conoce y que no le pidió que lo hiciera”.

Cyberflashing, una forma de acoso en Internet

El cyberflashing volvió a ser noticia cuando un piloto de Southwest Airlines, cansado de recibir quejas por estas fotos, advirtió a los pasajeros que contactaría al personal de seguridad y desviaría el vuelo si es necesario para expulsar a los responsables.

Una usuaria de TikTok @teighmars capturó el anuncio en un video, donde el piloto dice que si los pasajeros continúan enviando fotos de desnudos por AirDrop a otros pasajeros mientras el avión está en tierra, “tendrá que regresar a base y todos tendrán que bajarse”. Su video fue publicado el 25/8/22 y ya acumula más de 3.1 millones de visitas.

En Lugo (España) un hombre fue condenado en octubre de 2021 por mandar fotos de sus genitales, frases obscenas y perseguir a una chica. Entre los meses de enero a mayo del año 2018 comenzó a hacer hostigamientos y requerimientos constantes a la víctima con la finalidad de iniciar una relación sentimental o sexual con ella. No solo la perseguía y le bloqueaba la puerta de su coche para que esta pudiera entrar. También la llamaba por teléfono y le enviaba mensajes por Whatsapp, “siendo alguno de ellos de explícito contenido sexual y llegando a mostrarle en imágenes sus genitales”, como explicaba la sentencia.

Este verano de 2022 La Policía Local de Chipiona recordó a través de sus redes sociales que mandar una ‘fotopolla’ es «denunciable»:

A ver, calentitos… el «Hola, estudias o trabajas?» es muy antiguo. Sí. Pero…

¿De verdad crees que la mejor manera de conocer a alguien y llegar a entablar un mínimo de conversación es mandarle una foto por WhatsApp de tu soldado / dedo_sin_uña / pierna_de_en_medio????

Además de algo cavernícola o fuera de lugar, es denunciable, así que por favor déjalo.

¿Qué dice la ley sobre el cyberflashing?

En países como México o Argentina ya está tipificado como delito en sus respectivos códigos penales. El Gobierno de Reino Unido ha aprobado en 2022 una propuesta de ley que condena el envío de imágenes no solicitadas con contenido sexual cyberflashing, y les impone la misma sentencia máxima que a la exposición indecente: hasta dos años de prisión.

La nueva normativa se incluirá en el actual proyecto de ley de seguridad en línea y aplica al envío de fotos a través de redes sociales, apps de citas, o incluso a través de protocolos para compartir datos como Bluetooth o AirDrop.

Quien envíe una foto o vídeo de los genitales de una persona, con el propósito de su propia gratificación sexual o para causar a la víctima humillación, alarma o angustia, puede enfrentarse a hasta dos años de prisión”, detalla la normativa.

La práctica casi fue ilegalizada en el estado de Nueva York en 2018. Un legislador actual de Nueva York está trabajando para que sea ilegal a través de la legislación del estado también.

En España, aún no está considerado como delito, aunque el preámbulo de la nueva norma específica que, “se prestará especial atención a las violencias sexuales cometidas en el ámbito digital, lo que comprende la difusión de actos de violencia sexual, la pornografía no consentida y la infantil en todo caso, y la extorsión sexual a través de medios tecnológicos”.

Por el momento, es denunciable dentro del artículo 37.5 de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana: “La realización o incitación a la realización de actos que atenten contra la libertad e indemnidad sexual, o ejecutar actos de exhibición obscena, cuando no constituya infracción penal”.

Si el envío de esas imágenes es a una persona menor de 16 años y en esas imágenes hay o se representa a un menor, está regulado en el apartado dos del artículo 183 ter del Código Penal: “El que a través de internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacte con un menor de dieciséis años y realice actos dirigidos a embaucarle para que le facilite material pornográfico o le muestre imágenes pornográficas en las que se represente o aparezca un menor, será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años”.

¿Cómo mantenerse a salvo del cyberflashing?

No es tarea fácil, aplicaciones de citas como Tinder o Badoo desde hace años trabajan en sistemas para ‘interceptar’ y bloquea las imágenes sexuales no deseadas mediante inteligencia artificial. Las redes sociales aportan opciones como «Permitir solicitudes de mensaje de todos» e incluso pixelan las fotografías recibidas de primeras. En Snapchat, Facebook Messenger o WhatsApp directamente no es posible evitar que un extraño abra o comparta fotografías sin previo aviso.

Sin embargo, AirDrop, uno de los sistemas más utilizados para el cyberflashing, permite enviar archivos a cualquier persona dentro de un radio de 30 metros. Apple recomienda que, si desea permanecer seguro, simplemente mantenga AirDrop apagado cuando no lo esté usando. Sin embargo, si desea mantenerlo activado, lo mejor es cambiar algunas configuraciones:

  1. Desde “Configuración” en el iPhone
  2. Toca en “General” y luego “AirDrop”
  3. De las tres opciones: “Todos”, “Solo contactos” o “Recepción desactivada”
  4. Si solo quieres que tus contactos de iPhone puedan enviarte AirDrop, selecciona “Solo contactos”
  5. Si no quieres recibir archivos AirDrop en absoluto, toca “Recibir desactivado”
  6. También puedes desactivar AirDrop por todo el tiempo que quieras usando el “Panel de control” del iPhone.

Algo similar ocurre con Bluethooth y Nearby, el símil de AirDrop para las versiones de móvil Android:

  1. Desde la parte superior de la pantalla, desliza el dedo hacia abajo.
  2. Toca Compartir con Nearby.
  3. Selecciona las opciones que te interesan:
    • Todos: cualquier persona que esté cerca de tu dispositivo podrá verlo mientras tengas la pantalla encendida y desbloqueada.
    • Contactos: tus contactos cercanos pueden ver el dispositivo mientras tengas la pantalla encendida y desbloqueada. Puedes hacer que tu dispositivo sea visible para todos los contactos o solo para algunos concretos.
    • Oculto: el dispositivo solo está visible cuando alguien intenta compartir contenido con él y decides que puede verlo.

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