Angustias Bertomeu, más conocida como «Gusi», es un referente en el mundo de habla hispana en la producción de software con perspectiva de género, protagonizó el episodio «Oportunidades y retos para niñas y mujeres en la era digital». Forma parte de las 25 mujeres expertas destacadas en sus diferentes ámbitos de especialización.

Oportunidades y retos para niñas y mujeres en la era digital, con “Gusi” Bertomeu

Oportunidades y retos para niñas y mujeres en la era digital, con “Gusi” Bertomeu

Angustias Bertomeu es Licenciada en Filosofía y Letras. Docente, empresaria, fundadora de Artefinal Studio desde 1999, trabaja en el ámbito de la Sociedad de la Información, especializada en el desarrollo de productos de internet, contenidos, asesoría y formación digital con enfoque de género. Fundadora del portal feminista www.e-mujeres.net desde el año 2000. Forma parte del Consejo Asesor Internacional del Centro Latinoamericano y del Caribe en Género y Sociedad de la Información (LACCWT).

Ponente del Grupo de Género en la S.I. de la OSSIC, coordinadora del informe “La Sociedad de la Información, una oportunidad para la igualdad”. Pertenece a la Federación Nacional de Mujeres Empresarias y Profesionales de España, BPW Spain. Vocal de la Asociación Clásicas y Modernas. Past president y cofundadora de la Xarxa de dones les Marines. Profesora colaboradora en distintos formatos online y presencial en las universidades de Valencia, Castellón, Alicante, Córdoba, Granada, Complutense de Madrid, UOC de Cataluña, Montevideo, Tegucigalpa, La Habana, Caracas y Maestría Género Sociedad y Políticas de la Cátedra de Género y tecnología de FLACSO Buenos Aires.

Coordinadora del Grupo de Innovación, buenas prácticas y materiales didácticos, perteneciente a la Mesa de Coeducación de la Consellería de Educación de la Generalitat Valenciana 2017. Numerosas ponencias y publicaciones digitales o en papel, entre otras el capítulo Claves no sexistas para el desarrollo de software de “La segunda brecha digital” y “Sociedad de la Información en femenino” del Instituto de la Mujer, “Adolescentes digitales, una mirada de género” del Injuve.

El podcast de PantallasAmigas es un programa sobre educación, ciudadanía y bienestar digital conducido por Begoña Beristain.

Transcripción del episodio

Begoña: Hola, ¿qué tal? Bienvenidos. Bienvenidas, hoy vamos a ofreceros un nuevo capítulo de educación, ciudadanía y bienestar digital, el podcast de PantallasAmigas en el que hoy vamos a recibir a Angustias Bertomeu, más conocida como Gusi Bertomeu, es directora de Artefinal Studio. Ha sido premiada por PantallasAmigas en la categoría de promoción de la igualdad en Internet, es referente a nivel internacional en la producción de software con perspectiva de género. Feminista e investigadora, llega hoy hasta el podcast para hablar de la brecha de género, que sí, también está presente en la tecnología. Angustias Bertomeu, ¿qué tal? bienvenida.

Gusi: Hola, buenas tardes, muchas gracias,

Begoña: Pues un placer que estés en este episodio del podcast y antes de meternos en todo el asunto de la brecha digital de los y las menores, de ver cómo podemos hacer para que las nuevas generaciones salven esa brecha, a mí me gustaría que contases esa historia que me contabas antes de cómo empezó tu trabajo en favor de la igualdad y para superar para salvar esa brecha de género con las nuevas tecnologías. Cuando te dijeron, Gusi, aplica tu feminismo a la tecnología y ahí empezó, cuenta.

Gusi: Fue en la Universidad de Castellón, en un máster. El máster se llamaba la Fundación Isonomía, organizaba el máster y bueno, yo acepté el reto y me fui a Castellón. Antes había empezado como directora del centro de profesores de Benidorm. Yo me doy cuenta que tenía 9.000 profesores a mi cargo de formación permanente y que eso con papel era imposible. Y entonces empecé a hacer, a mandar en un disquete, por ejemplo, en la biblioteca, la gente me llamaba «ha llegado una cajita tuya». ¿Qué es esto? Y eso vale una cajita porque mandaron los disquetes aquellos pequeños que había. Bueno, y ahí ya empezamos, yo me doy cuenta que yo misma tenía tecnofobia. Entonces, aunque yo tenía clarísimo, porque en el 94, gracias a la formación del profesorado, conocí que era Internet, nos reunieron un día y nos lo contaron a los directores y directoras de centros, profesores, Y supe que eso ya era el futuro, entonces volví a Benidorm pensando esto, ¿yo lo voy a hacer? pero no sabía cómo ni cuándo. Porque claro, no había ADSL. Había una conexión de teléfono de red, y en fin, una cosa realmente primaria, y yo me doy cuenta que yo tenía rechazo a eso, entonces empecé a hacer un glosario de términos de Internet vinculados a la cultura de Internet, explicado como yo necesitaba que me lo explicaran a mi porque no le llamaban disquete una cosa que era cuadrada era la primera perplejidad. ¿No?

Begoña: Claro, un disco que se suponía que era redondo.

Gusi: Entonces cuando yo compré la primera caja y me dicen, han llegado los disquetes, yo fui a buscarlos y llamo al Conserje, le digo, «oye, no los veo» y me dice, «sí, están en tu mesa es esta caja». ¿Y yo le dije, y por qué le llamáis discos si son cuadrados? ¿No? Y él me miró, perplejo, porque nunca se lo había preguntado. Bueno, a partir de ahí empecé a hacer unos materiales que yo les llame anti-tecnofóbicos para facilitar el acceso a este mundo tan nuevo porque ya era difícil de entender. Y luego, cuando fui a Castellón. Que, como dices tú me dijeron, pon tu feminismo en la tecnología, bueno, yo acepté el reto. Pero eso era novísimo, porque te estoy hablando de 1996.

Begoña: Guau. Casi no sabíamos ni lo que era Internet. No sabíamos por dónde iba todo esto.

Gusi: Sólo estaba en las universidades, en áreas o personajes muy punteros como Jordi Adell en Castellón. El que hizo el buscador donde el primer buscador fue él. O en pequeños reductos de informática, pero yo soy licenciada en historia y geografía.

Begoña: Claro, claro que fue tu propia curiosidad la que te llevo a todo esto, el saber que eso era un poco visionaria, no saber que esto va a ser el futuro.

Gusi: Esto es el futuro y yo tengo que ver para qué sirve esto. Voy a buscarle la utilidad a esto y poner mi conocimiento como historia, historiadora, no como licenciada en historias, mi conocimiento como profesora y mi enfoque feminista, por eso eran unos materiales muy peculiares. Sí, porque era difícil.

Begoña: Oye, y ¿cómo empezaste a aplicar ahí el feminismo? Eso es lo que te pidieron. Aplica tu feminismo a esto y ¿qué viste tú? Ya había entonces una brecha que desgraciadamente se mantiene para hoy reduciéndose, pero ¿se mantiene lo que viste entonces?

Gusi: Bueno, ahí había un abismo. Porque ahora le llamamos brecha. Entonces era un abismo. Cuando yo hice una investigación que se llama ciber-género, en ese momento eran mis apuntes para las alumnas. Entonces yo hice una tira del hilo, como hice historias, desde el paleolítico hasta la actualidad. Perfiles femeninos de ciencia y tecnología entonces eso lo hice en un disquete. En un disco, ya era CD, con fotos y textos en directo. Lo programamos, me ayudó un compañero, ya no sabía programar, entonces lo hicimos en directo, eso eran los apuntes del Máster. A los días, las alumnas estaban perplejas, con miedo, me decían con esto que se hace y volvían y me decían, oye, no se oye nada, no hay música, no hay nada. Yo decía, claro, es que no es música, es lo que hemos estado trabajando durante el año. En fin, así empezó. Entonces claro, la perplejidad ante un nuevo material, que era claramente no el futuro, el futuro ya había empezado, pero las alumnas de un máster de la Universidad de Castellón no tenían ordenador en su casa. Y ese CD, y me decían, y ¿qué hago con esto?

Begoña: ¿Dónde lo meto?

Gusi: Claro, entonces contando con que se iba a pasar añadí un icono de imprimir y la funcionalidad se debe que se pudiera imprimir entonces en la Universidad. Lo metían en los reproductores de CDs de la Universidad, le daban imprimir y salían ahí un montón de folios porque era todo el máster y ésa era la primera perplejidad de las alumnas, que todo eso estaba ahí dentro. Entonces llegaba a ser paquete de folios entero lo que salía y estaba allí dentro, bueno, allí me di cuenta del valor de la potencialidad y del trabajo que teníamos que hacer con las mujeres porque eso era el futuro. Las mujeres teníamos que estar.

Begoña: Ahí ya había diferencia, nosotras las mujeres estábamos apartadas de la tecnología, casi ni se concebía que una mujer pudiese ir a la Universidad a una carrera de ciencia y de tecnología. Ellos seguían ocupando todo ese espacio. Ha pasado en todos estos años, hay en unos países donde se ha reducido más que en otros esta brecha, ¿qué ha pasado?

Gusi: Pues mira, hay muchos altibajos. ¿Por qué? A ver, el interés de que las mujeres entremos en carreras de ciencia y tecnología, es un interés del mercado. O sea, esto no es una bondad, esto es que las grandes compañías necesitan programadores y no hay suficientes si solo son chicos, claro, porque falta el 51 % de la población. Entonces en el boom del tirón de las tecnologías no había programadoras y entonces universidades como la de Columbia, por ejemplo, en Nueva York, empiezan a primar con becas y con rebajas muy importantes en las matrículas, que allí las matrículas son cosa seria y efectivamente entraron un número importante de chicas aprovechando esas oportunidades, pero abandonaron muchas.

Begoña: ¿Por qué abandonaban? ¿Había alguna razón?

Gusi: Hay razones que hemos ido estudiando. Las mujeres entran en esas carreras porque hay mucha publicidad que ahora que estudien el STEM, que hagan carreras de ciencia y tecnología y tal. Y hay chicas que entran, pero son muy exigentes en los estudios, son muy exigentes en los primeros años de profesión. Hay que viajar mucho, te mandan, mañana coges un avión y tal, horarios horribles de largos. Y las mujeres estimamos nuestra vida privada.

Begoña: Ahí empieza a haber un problema con la conciliación muy serio.

Gusi: Luego en las mujeres jóvenes, hay un problema con el deseo de tener hijos o no. Entonces claro, si tú te metes en el cuerpo, una carrera de telecomunicaciones o de informática, que son de las más difícil de estudiar, todo el mundo lo dice, cuando acabas con ese gran esfuerzo empiezan a mandarte por países para arriba y para abajo, y ya tienes 25 años, y tienes ya un proyecto de vida con un compañero, entonces, hay muchas mujeres que abandonan, porque ese desarrollo profesional no encaja con sus deseos vitales, eso por un lado.

Por otro lado, las mujeres tenemos una preocupación, somos proactivas en temas sociales. Entonces, el campo de Humanidades, incluye temas sociales y el campo sanitario. Sin embargo, los campos científicos y tecnológicos en teoría no. Entonces no es un campo apetecible para una gran parte de mujeres, entonces digo, vale, pero ingeniero de canales y puertos, por eso es un tópico, ¿y que hace un puerto? facilitar la vida y el comercio, la vida en ese entorno que hace un puente, un puente comunica pueblos, es decir, tienen un gran valor social. Las ingenierías, pero históricamente son como cosas muy serias, de hombres que no tienen que ver con lo social y eso no es así. Entonces, si empiezas a incluir en esas carreras tan tecnológicas, contenidos con perspectiva social que es simplemente decir un puente, además de hacer el cálculo, de las fuerzas y los vectores y la resistencia, sirve para comunicar personas y entonces tiene que ser, cómodo, accesible, protegido del viento que tenga un camino para personas que pasen. O sea, si tú añades todas esas peculiaridades, es un buen puente, si no, no lo es. Por ejemplo, el de Calatrava es un mal puente. Entonces y en Venecia tienen un problema muy serio con todos los puentes que hace Calatrava en todas partes y en Bilbao. Es decir, es una obra hecha solo con una perspectiva Técnica y supuestamente arquitectónica o estética de un personaje que se cree un genio o un buen ingeniero. Y no incluye lo esencial de ese puente, que es que lo usamos personas y entonces tiene que contemplar las necesidades de las personas. Claro, Fíjate que estamos hablando de hacer un puente, qué formas tan complementarias deberían trabajarse para que fuera bueno.

Begoña: Diríamos Gusi, que al final la tecnología a las mujeres nos ha servido como elemento de inclusión, pero también de exclusión en muchas ocasiones.

Gusi: Sí, porque a ver, cuando los conocimientos tecnológicos se adquieren a lo largo de la historia, las mujeres somos las primeras en usar tecnología. En el paleolítico, por ejemplo, cuando se estaba a lo que llamamos las cavernas. Ahí eran colectivos de 20 personas, cuando un colectivo está en corto y depende tanto la supervivencia del trabajo del grupo tú no puedes partir al grupo por la mitad y dejarlo sentado en una cueva, esperando a volver. Eso no fue así. Ahora hay mucha revisión histórica por parte de feministas que están en las universidades y están diciendo, ¿Eh? No, no, no, las manos que aparecen en las cuevas son de mujeres por el tipo de osamenta por tal… Bueno yo tengo unas imágenes fantásticas en ese ciber-género que hay una figura con pecho enorme, con estómago, porque de los partos, se les quedaba estómago, y es una mujer, evidentemente, con una flecha clavada, y en el pie de foto del libro de paleontología correspondiente pone «El Guerrero herido».

Begoña: Y evidentemente era una mujer.

Gusi: Claro, porque cuando eso se hace a finales del S.XIX y en el S.XX, esos primeros descubrimientos en las universidades solo hay hombres y no les cabe en la cabeza que aquello sea una mujer. Y se renombra toda la iconografía de todos los descubrimientos como de hombre.

Begoña: Un sesgo absolutamente claro.

Gusi: Evidentemente, las mujeres cazaban. Era un grupo, y el grupo entero cazaba y el grupo entero arrastraban las piezas y el grupo entero se protegía. Eran 20-30 personas como mucho, que iban sin un espacio físico concreto, entonces desde ese momento, las agujas, ¿que son las agujas? Son huesos afilados para qué, para coser. La ropa era la piel de los animales. Entonces si decimos que históricamente eso lo hacen las mujeres, entonces en aquel momento los cuchillos, las cocina bueno, todo eso es tecnología porque ahora llamamos tecnología a un ordenador.

Begoña: Todo lo que tiene chip.

Gusi: Pero había otra tecnología, la tecnología de toda la vida que se define por herramienta obtenida a partir de la experiencia humana. Eso es la tecnología, una escoba es tecnología, una aguja era tecnología, una olla era tecnología. Claro y ahí las mujeres estábamos perfectamente implicadas, luego pasas a las épocas, a los inicios. Y en Roma y Grecia, las mujeres eran un potencial de conocimiento y de poder muy importante, las diosas son diosas, no son dioses, es decir, la diosa de la guerra, Marte, Artemisa, es el poder absoluto y es una mujer, es decir, otra cosa es que luego la visión masculina de la historia le haya dado una pátina que no corresponde a la realidad ni en aquel momento ni ahora.

Begoña: Es entonces, en el momento en el que la educación se generaliza, en la que se empieza a entrar en las universidades, entran ellos fundamentalmente y es cuando se escribe la historia, ¿no?

Gusi:  Claro, entonces, fíjate que los gremios en la Edad Media, que es donde se enseñan los oficios. Los señores feudales dicen que las chicas no. Es ahí cuando empieza la separación. Tú para trabajar tenías que entrar un gremio de tapiceros, de picapedreros, y ahí es donde dicen no, las mujeres se quedan fuera. Los oficios son para los hombres y ahí se separa lo que llamamos la diferencia sexual del trabajo. Los hombres en la calle y las mujeres en las casas.

Begoña: Y fíjate que ahora decimos que las mujeres no solo tenemos que ser usuarias de la tecnología, sino que tenemos que ser promotoras de la tecnología. Históricamente lo hemos sido.

Gusi: Históricamente no porque hay una pérdida. Hay una pérdida de espacio a lo largo de este tiempo que estamos hablando, hay una pérdida de espacio para las mujeres, la tecnología para los hombres no es una cosa propia, es algo asignado. Sin embargo, para las mujeres pertenecía a su entorno. Entonces es un espacio perdido, por eso la importancia de cuando haces una revisión histórica, poner estas cosas sobre el papel porque así recuperas el espacio protagonista, o sea, no es que ahora seamos unas locas modernas que nos empeñamos en todo, sino que recuperamos espacios perdidos. Entonces claro, cuando damos el salto a la tecnología, pues a partir del S.XX, esa tecnología cuando se le otorga valor de ciencia como las mujeres estamos fuera de las ciencias no se nos permite entrar en las academias. Mientras en las universidades hace 3 años celebramos que hacía 100, que se había permitido a las mujeres entrar en la Universidad Española a 3 mujeres, a una que estudió medicina en Cataluña, en Barcelona y aquí estaba la residencia de Señoritas que hacían lo que ahora podríamos llamar magisterio y cultura general. Entonces, claro, cuando tú estás fuera de la Academia ese conocimiento se considera académico, te quedas fuera.

Begoña: Claro, y ahora vamos a las más pequeñas porque necesitan referentes, necesitan que haya mujeres como tu Gusi, que les cuenten toda esta tecnología de la que parece que no ha existido esas agujas y esas tantas cosas para que tengan referentes, porque seguimos teniendo ese problema de que las niñas sienten desde muy temprana edad que las carreras científicas y tecnológicas son de chicos.

Gusi: Desde que somos muy pequeñas hay un sesgo en clase. Yo he sido profesora de todo el sistema educativo porque empecé en Infantil y acabé la universidad, o sea, y la formación permanente del profesorado. He recorrido todo el sistema y desde niña hay un sesgo que tienes que esforzarte tú misma en no repetirlo. Qué es, las cosas de matemáticas son de chicos. Y entonces ¿qué pasa? Pues que cuando tú coges un libro de matemáticas los personajes son chicos, los descubridores, son chicos. Pero tú le preguntas quién fue Hipatia a un adulto, no saben nada, pero fue una científica importantísima que estructuró la Biblioteca de Alejandría. Todo el conocimiento acumulado en la biblioteca de Alejandría, y que descubrió lo que todas las personas ahora conocemos que es hacer un huevo al vapor, al baño María. Porque es María, la hebrea, que en el siglo cuarto antes de Cristo, descubrió en su laboratorio que si tu calentabas agua y  ponías un objeto, destilaba. Y eso fue María la hebrea o la judía, porque nadie sabe quién es María. Bueno, la película de Amenábar ha facilitado mucho las cosas. Entonces nadie sabe qué personajes había, nadie sabe que los descubrimientos estelares en gran parte en el S.XVIII se hicieron por mujeres. Los firmaban los hombres pero ellas hacían las observaciones, entonces hay que rescatar toda esa historia, incluirla en los libros de clase, porque si no las niñas y los niños no tienen ninguna razón para creer que ahí puede haber mujeres también.

Begoña: Claro, y sabiendo como sabemos todo esto, sabemos que tenemos que mostrar esos referentes y que tenemos que hacer este trabajo para acercar a ese 51 % de la población también a este tipo de formación. ¿Qué hacemos, Gusi?

Gusi: Bueno, hacemos muchas cosas, pero falta una estructura que eso lo tiene que dar el Ministerio.

Begoña: Eso te iba, la administración.

Gusi: Bueno está en ello. Hay que decir que en la ley Celaá y en los nuevos currículums están entrando muchas cosas. Es muy duro moverse en un currículum porque la gente cree que es el libro de texto, pero hay una pelea a muerte porque todo el mundo dice que tu no puedes dejar de dar esto en matemáticas, es que en lengua hay que llegar por lo menos hasta los Premios Nobel, no sé qué en ciencia. Todo el mundo quiere meter en el currículo escolar todo el conocimiento.Y luego, cuando estás en la calle te dicen, es que qué importante es la danza, es que eso tendrían que hacerlo en la escuela. Es que hay que aprender, que es lo que solo tendrían que dar en la escuela. Bueno, es que necesitamos no sé qué.

Begoña: No saldrían de la escuela.

Gusi: Es que no habría suficiente con las 48 horas, doblando días. Entonces no puede ser, esa responsabilidad está compartida por la sociedad, pero es verdad que el currículum escolar a partir de ahora sí se hace bien, que no hay por qué dudar que se haga mal, porque hay una orden ministerial que lo indica, tiene que incluir a personajes femeninos en los libros de historia, pero como protagonistas, no con una fotito en «para saber más» y una fotito así de Olimpia de Google, que fue la primera mujer que habló de los derechos de las mujeres en Europa, y la decapitaron en la Revolución Francesa. O sea, le costó que la decapitaran, en la guillotina por el voto universal. En la gran cosa que ha aportado la Revolución Francesa, pero era solo para los hombres, no era el universal y Olimpia dijo, eh, no, cuidado, estamos aquí, y eso le costó la cabeza, entonces. Hay muchísimos personajes riquísimos en la historia y se van a introducir en los libros. Eso no va a pasar de un día para otro, tiene que ir calando, el profesorado tiene que ir aprendiendo a incorporar esos personajes porque tú te sabes tu asignatura de un año para otro y te sabes, Aristóteles, Sócrates, Platón, va saltando toda la filosofía, ¿y María Zambrano? Ah, no, no podemos llegar a eso. ¿Ah no, pero sí que podéis hablar de un señor del S.X antes de Cristo que hizo un trocito así, y no puedes hablar de María Zambrano, que es la filósofa por excelencia Española en el periodo de posguerra, etcétera. Entonces, todo eso lo estamos cambiando porque las feministas hemos entrado en la Academia y hemos revisado esa historia que está completamente sesgada, oculta la verdad cuando tu tienes un cúmulo de conocimiento. Y dices de este cúmulo de conocimiento solo voy a mostrar este, el que tiene nombre de hombre, y este que tiene nombre de mujer, simplemente no lo cito, con lo cual lo oculto, pues resulta que ese cúmulo de conocimiento está sesgado.

Begoña: Y todos sabemos que aquello que está oculto de lo que no se habla, no existe. Ese es un trabajo muy importante y un trabajo muy importante también, ese que haces tú como productora de software con perspectiva de género. ¿Esto cómo se hace? ¿Cuántas personas estáis trabajando en esto? ¿Cómo se está desarrollando y cómo se incluye esa perspectiva de género en el software?

Gusi: El software es el que es, con «ceros» más «unos». Qué pasa, que tu con ceros más unos, puedes hacer un producto absolutamente masculino. Y puedes hacer un producto que incluya las necesidades y los deseos de las mujeres, por ejemplo a Microsoft solo le ha costado 22 años que cuando tu enciendes el ordenador en vez de «bienvenido», ponga, «te damos la bienvenida». Que lo hizo, fíjate que sencillo. Es tan sencillo como eso. Que lo único porque seguramente tenga más usuarias femeninas que masculinas, seguramente porque en las oficinas de las grandes administraciones, en todas partes hay más mujeres que hombres. En la Administración del Estado hay más mujeres que hombres, en las autonomías hay más mujeres que hombres como funcionarios, cada una tiene un ordenador y tú cuentas salimos más usuarios que usuarios, claro, pero siempre es bienvenido. Yo he escrito una carta, he escrito de todo. Para entonces, 22 años después pone «te damos la bienvenida«. Es un software con enfoque de género. Es una programación.

Begoña: Y es que a todo se le puede dar ese enfoque, esa perspectiva de género.

Gusi: Claro, claro, entonces cuando haces los productos, los tutoriales que hacemos nosotras para que las mujeres especialmente aprendan a usar Internet, y el ordenador funciona con Internet. Bueno, hacemos unos tutoriales con software, pero el contenido, el guión de ese tutorial y el punto de vista de los personajes que citan tienen la perspectiva de género.

Begoña: Gusi, qué importante es eso que nos estás contando, ¿no? Por ejemplo, que aunque sea después de 22 años, en Microsoft ponga, «te damos la bienvenida». Supongo que en los talleres que hacéis vosotras también habéis encontrado esas diferencias que hay, entre lo que piden en un alfabeto y la alfabetización digital. Ellos y ellas.

Gusi: Sí, hay mucha diferencia. A ver, no se trata de que la alfabetización a mujeres la tengamos que dar mujeres. Es mucho mejor porque están más cómodas y más relajadas, pero es habitual que íbamos a dar los talleres y había un chico que se empeñaba en enseñarles MS 2. Yo le decía que no, ellas vienen a comunicarse, ellas no necesitan saber, con qué se hace. Tu cuando comprabas un teléfono antes, que venía el teléfono a casa, venía el tipo de telefónica lo instalaba, te decía cómo funcionaba y se iba, y nadie de la casa iba corriendo a un taller, de tecnología ni nadie estudiaba telecomunicaciones, simplemente había aprendido a usar el aparato.

Entonces, el terminal, y eso es lo que hay que hacer en las clases de la organización para mujeres, ellas quieren usar el terminal, el ordenador, el teléfono. Su terminal entonces, no les cuentes los procesos internos de ese terminal porque no les interesa. Y porque no sirve para nada la verdad, o sea, tú vienes a usar el ordenador y quieres saber cómo escribir un correo, cómo consultar un museo o un horario para ir a misa o de autobuses. Entonces, cuándo hacíamos esto claro, tú acabas preguntándole a la gente. Bueno, esto es Internet, ¿dónde queréis ir? ¿Qué queréis que visitemos? Entonces, si son chicos, normalmente recurren a su universo, y su universo está vinculado a los deportes, al fútbol. A otros intereses entonces, claro, a las mujeres no les interesa nada entrar a la página del Real Madrid o del Barça, o de Nike, Sin embargo cuando les preguntas a ellas, qué queréis conocer, ellas enseguida te dicen puedo ver mi pueblo, ver mi casa. ¿Podría ver la escuela donde yo estudié? Son mucho más cercanas.

Todas las mujeres parten de lo cercano, por eso cuando decimos de lo local a lo global, no es una frase hecha, es una forma su procedimiento para conocer. Las mujeres y todo el mundo debería hacerlo, pero en general las mujeres parten de lo propio entonces, yo cometí el error la primera vez de que yo les voy a enseñar el “Buscador” a mí me parecía fascinante. Y claro, ya estaban, ah sí, sí, muy bonito, muy bonito, pero no lo vivo claro, y yo le dije, vale, qué queréis. Una mujer me dijo, es que yo soy de Grillas.Vamos a verlo, entonces te metes al Google, empiezan a buscar. Bueno, cuando esa mujer vio su pueblo, con la Iglesia, su casa, lloraba y decía es esa es la casa de Fulana, ay, esa era la mía. Ahí jugaba yo, claro, entonces eso marca la diferencia de cómo trabajar la tecnología con mujeres y con niñas. Entonces, si volvemos a las niñas en el aula, ya llegamos a las aulas sabiendo lo que es de chica y lo que es de chico, ya tenemos ese sesgo anterior que los reyes le han regalado. A él el juego de química y a ella la fregona con la tetera y la cocinita. Eso ya viene de casa, entonces, hay que deconstruir esa actitud y enseñarles que no, que todo es igual para todos.

Claro, eso no basta decirlo. Por ejemplo, sí es habitual en los libros de matemáticas los problemas, esos chorros, de juanito, sí va a comprar, no sé qué y su mamá, que está haciendo la comida, el modelo de género, su mamá y su papá viene del trabajo y le ha traído 3 pelotas. ¿Cuántas pelotas tiene Juanito? Juanito es el protagonista, papá es el activo, mamá está en la cocina, ¿vale? Entonces, claro, le estás diciendo que sume 3 + 2 y le ha largado todo ese rollo con un sesgo sexista en el que tú no te das  cuenta como adulta, como docente.

Begoña: Y ya lo ha interiorizado

Gusi: Claro, tienes que aprender a retroceder en esto de desmontar esos tópicos y trabajar con las niñas y con los niños porque los tienes juntos en el aula. A trabajar con otro enfoque, por ejemplo, decirle vamos a aprender tal cosa a ver, nombrando a niños porque siempre nombres a los niños en clase casi siempre se nombran los niños, entre otras cosas porque son más inquietos y te molestan más. Quiero decir que tú estás trabajando en una cosa y uno está cascando con un lápiz, otro está a no sé qué y ellas están sentadas, ¿no? Entonces aparece… fulanito callaté, fulanito escucha, siéntate, haz el favor, que vamos a empezar… Entonces estás nombrando constantemente y reforzando su posición. Entonces, cambias eso y dices, vamos a aprender, a ver fulana, tráeme del recreo 3 piedras, estamos en infantil, por ejemplo, entonces ella es la protagonista, siempre en una dice la puedo acompañar, sí vale, y traer 3 pero medianas, no muy grande, no muy pequeña, y ya están aprendiendo el concepto pequeño, grande, mediano. En clase haces una actividad con eso dónde la protagonista es la niña. Y lo que se estudia es el concepto, no el rol social que tiene el papá o la mamá o el maquinista del tren, ese es el esfuerzo para cambiar los materiales didácticos.

Begoña: Hacen falta muchas mujeres y docentes como tú para que todo eso vaya entrando en las aulas. Gusi, se me ocurre que ahora, después de la pandemia y también durante el tiempo de confinamiento, que tantas mujeres trabajaron en casa. ¿Qué ha pasado con ese teletrabajo de las mujeres? Esa tecnología ha tenido que enfrentarse a ella, asumir muchos conceptos puede que haya servido para que sean modelos para sus hijas. Yo también trabajo con la tecnología, con el ordenador, pero ¿qué ha supuesto? Porque yo en el balance no sé si ha sido bueno o malo.

Gusi: Pues depende de la clase social de la mujer, claro, no es lo mismo que tú seas una profesional de gama media alta, a que estés trabajando en una cafetería, no es lo mismo. Entonces las diferencias sociales en momentos de crisis repercuten muy seriamente porque las dificultades se viven peor en unas clases sociales que en otras. Si es en casa de un profesional, una profesional, es fácil que haya 2 portátiles y 2 o 3 tablets. Sin embargo, la clase trabajadora, no, con suerte hay un ordenador para compartir toda la familia, claro. Entonces esa es la primera dificultad. Bueno, el covid ha supuesto una recarga de trabajo. Muy grande sobre el que ya teníamos las mujeres porque estar en casa todos durante las 24 horas pues eso no ha sido fácil. También depende mucho de la casa que tengas claro.

Begoña: Sí, claro, pero la labor de cuidado ha seguido recayendo generalmente en las mujeres.

Gusi: Para comprar porque así de paso salía claro, pero el cuidado extremo ha caído sobre ellas, que, además, si tenían teletrabajo tenían que respetar porque no perdían el trabajo entonces es doble agenda. Tu agenda de madre encerrada con hijos, maridos, hermanos o suegros y la agenda de trabajo.

Begoña: Gusi, tú has sido premiada en los segundos premios de PantallasAmigas por la promoción de la igualdad en Internet. Es un campo fantástico para hacer promoción de la igualdad y sí que me gustaría que nos dijeses cómo recibes este premio por ese trabajo tan importante y que lanzarás un mensaje a las familias, sobre todo que es donde yo creo que se tiene que trabajar la base de la igualdad. También el centro escolar es importantísimo, pero tiene que ver con lo que decías tú, antes que vengan ya enseñadas de casa en esa distinción de roles.

Gusi: Bueno, lo recibo con muchísima alegría, es un honor. Conocí a PantallasAmigas en el 2013 que fui a Zaragoza a unas jornadas que realizaron y me invitaron. Y fue como ponente, y bueno desde, pues fijate el tiempo que ha pasado. Un honor y especialmente ahora, en estos tiempos de confusión en el feminismo, donde todo el mundo dice que todo es feminismo y no es así. No es que repartamos carnés, es que el feminismo tiene una doctrina y tiene unos principios y tiene una agenda política. Entonces, tú para ser feminista tendrás que asumir la agenda política del feminismo, si no será otra cosa, pero no feminismo. Entonces, eso tajante, la agenda del feminismo es no a los vientres de alquiler, abolición de la prostitución y no a la pornografía como modelo de sexualidad violenta y patriarcal. Y bueno, los temas de custodia compartida impuesta eso son terribles, es decir, el feminismo tiene una agenda pendiente que es la vida de las mujeres, la violencia, clarísimamente, si tú no tienes esa agenda, si tú estás por la regulación de la prostitución, si tú estás porque la custodia compartida sea impuesta cómo está Mónica Oltra o la regulación de la prostitución como está Podemos, cómo está la alcaldesa de Barcelona, cómo están los demás, eso no es feminismo, será otra cosa, pero no es feminismo. Y el sexo no es género. El sexo te lo da la naturaleza, en la construcción del cuerpo del bebé y cuando naces se observa y se dice chico o chica, y ya está. Todo lo demás son moderneces, postmodernas que hacen un daño tremendo porque están confundiendo a muchas mujeres jóvenes que no han leído feminismo y creen que todo vale y que salgo a la calle, y digo la prostitución está estupendamente y el sexo es igual que género y cada uno que haga lo que quiera y eso es el feminismo, no, eso es otra cosa.

Entonces me parece muy importante que en estos tiempos donde eso es la moda en alza se premie a una feminista como yo, que defiendo los principios feministas basados en la ilustración y en la igualdad de los seres humanos, pero con especial hincapié en las mujeres porque las mujeres sufren y sufrimos, aunque personalmente tú no lo sufras, hay una tremenda desigualdad. Y además, el feminismo es internacionalista y es civilizatorio y piensa en los demás, no en el yo de ese otro que dice ser feminismo, que no lo es, es generismo. Es otra cosa donde yo, yo, yo, es un mundo narcisista, donde el yo, por encima de todo, las feministas decimos las mujeres, los generalistas dicen yo, entonces a mí me importa igual una niña en Afganistán que en Moratalaz. Las 2 son objeto de la agenda política feminista, defender su derecho a la vida en libertad y crecer con dignidad como persona.

Begoña: Y el mensaje para las familias. ¿Cómo anima a las familias a que sus hijas se acerquen al mundo de la ciencia, de la tecnología y cómo evitamos eso?

Gusi: Que no vayan sabidas de sesgos, claro. No existe el rosa y el azul, eso es una construcción social que le hace daño tanto el azul como el rosa. Porque el niño está obligado a ser fuerte, no llorar, ser machote, no tener miedo, etcétera, etcétera, y eso es un corsé que a muchos niños hace sufrir. Y es un corsé para las niñas porque es un corsé de sometimiento. De tu eres en función de que vas a ser mamá en función de que vas a ser novia en función de qué… Entonces, si tú quieres a tu hija, tú tienes que hacer de tu hija un ser libre con un pensamiento crítico, con derecho a elegir su vida. Entonces tú no puedes decir que quieres a tu hija si la estás conduciendo a ser una Barbie. ¿No? Piensa en esa niña, mírala a los ojos y abre un camino de libertad.

Begoña: Un camino de libertad que puede llegar también a través de la tecnología, sin duda.

Gusi: Desde luego la tecnología ha atravesado transversalmente la vida. Ya no es algo que hacen no sé quién en el MIT de Massachusetts o en la NASA o en la escuela de Ingeniería de Madrid. La tecnología la llevamos en el bolsillo. La llevamos en los bolsos, la tecnología ilumina y alimenta nuestras vidas, entonces tienes que saber qué hacer con ella. Tienes que conocerla, tienes que crearla, tienes que inventarla. Porque eso es el crecimiento, eso es crecer cuando alguien innova sobre un cacharro que tiene su casa si no lo tiene si nunca tiraste un ordenador no se le puede ocurrir. ¿Cómo mejorar el software?, ¿Cómo hacer otro software? No lo tiene, no lo sabe, entonces, las niñas tienen que tener el mismo acceso a la tecnología que los niños, y a partir de ahí, es abrirles camino para que ellas elijan, porque además antes hablábamos de las carreras de ciencias, en las carreras de letras no tienen contenidos tecnológicos, son de letras y eso es un error gravísimo porque ahora la tecnología está en todas partes. Entonces, aunque tu hagas una carrera de humanidades de letras habitualmente conocida, tú tienes que saber en un ordenador cómo hacer una estadística, cómo hacer una pirámide de población, cómo averiguar si de verdad es el paleolítico, eso que yo he dicho que estaban en las pinturas, en el paleolítico, mujeres en las paredes, si eso es verdad o no, porque a lo mejor estoy diciendo algo sesgado o falseado. Bueno, pues una niña puede entrar en su ordenador si sabe navegar, si sabe moverse sabrá entrar en pinturas rupestres con imágenes femeninas y le saldrán. Entonces, no es que solo estudie que hay imágenes rupestres de mujeres, es que sea capaz de investigar para saber discernir las falsas noticias, las falsas informaciones de la realidad, cuando la tecnología te ofrece todo eso es parte de tu vida y luego no te va a dar miedo usarla para estudiar y luego no te va a dar miedo incluso elegir como profesión.

Begoña: Gusi Bertomeu empezó siendo una tecnofóbica y mirad vosotros quienes nos estáis escuchando cómo ha terminado. La verdad es que ojalá que muchas niñas tengan la suerte de tener una profesora como tú, y que muchas familias te tengan como referente de la igualdad en el mundo de la tecnología, en el mundo del feminismo. Te agradecemos muchísimo que hayas estado en el podcast. Enhorabuena por tu premio de PantallasAmigas y muchísimas gracias por tu trabajo Gusi.

Gusi: A vosotros y a ti especialmente. Gracias.

Educación, ciudadanía y bienestar digital, un podcast de PantallasAmigas presentado por Begoña Beristain.

 
 

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